Lampropeltis, un ejemplar espléndido

La serpiente Lampropeltis o Kinsnake Desierto

lampropeltis


Dentro de los diferentes reptiles que han pasado del medio salvaje al estadio doméstico, encontramos tortugas, iguanas, camaleones, basiliscos y, por supuesto, serpientes

 

Temidas por muchos y adoradas por otros tantos, estos animales de escamoso cuerpo y zigzagueante movimiento ya forman parte de un buen número de familias.

 

La cantidad de especies que se ponen a disposición del aficionado es magnífica. Una de las más apreciadas es la Lampropeltis getulus splendida, conocida también como Kingsnake Desierto. La zona en la que se distribuye se halla en el área central de Texas al sudeste de Arizona y Nuevo México.

 

Características físicas de la Lampropeltis



La coloración característica de estos ejemplares parte del negro y se completa con motas de este mismo tono separadas por líneas finas que van del amarillo al crema.

 

En cuanto al vientre, la mayoría de estas serpientes lo tienen negro, pero otras pueden presentar un curioso dibujo que simula a un tablero de ajedrez con cuadros negros y amarillos. Indicar igualmente que el dorso es congregado con moteado en amarillo y sólo disponen de una escama anal.

 

La cabeza suele ser negra, aunque no siempre se cumple la misma regla cromática. Los labios poseen bandas, presentando cada una de 9 a 10 escamas infralabiales y de 7 a 8 supralabiales. 

 

Aunque el tamaño medio de estos reptiles es de metro y medio, existen ejemplares que han llegado a medir 20 centímetros más.

 

cabeza lampropeltis



Hábitat de la serpiente



Si nos decidimos por adquirir o cuidar una de estas serpientes, lo primero que tendremos que hacer es buscarle un terrario de cristal con unas medidas adecuadas a la talla y costumbres del ejemplar. 

 

Los criadores para ejemplares baby y juveniles suelen utilizar contenedores de plástico ya que, al disponer de un espacio amplio, suelen esconderse y dejar a su presa más espacio para huir, lo que dificulta enormemente la alimentación.

 

Cubriremos el suelo del terrario con un sustrato de corteza y viruta de madera, si bien la mayoría de los aficionados utilizan césped artificial y papel de periódico por su fácil limpieza e higiene. En este sentido, hay que señalar que la corteza y la viruta facilitan el desarrollo de bacterias.

 

El terrario debe tener un pequeño refugio -un tronco hueco, piedras formando una cueva...- donde el animal tenga la posibilidad de ocultarse para hacer su muda y digerir su alimento. 

 

También hemos de proporcionarle un bebedero amplio tipo cubeta para beber y tomar un baño porque muchos ejemplares aprovechan para hidratarse a la hora de la muda. 

 

Una rama será ideal para que nuestra Lampropeltis trepe y pasee al amanecer y al anochecer, sus momentos favoritos.

 

Terrarium


 

Condiciones y alimentación de la serpiente Lampropeltis 



Hay que proporcionar a nuestra mascota una temperatura específica. Para ello, utilizaremos una esterilla o manta de calor con termostato y un termómetro que nos indique los grados a los que permanece el ambiente.

 

Mantener a los ejemplares baby y juveniles exige un mínimo de 18º C y un máximo de 28º C. En cuanto a las serpientes adultas, es posible dejarlas a temperatura ambiente, puesto que son ejemplares originarios de climas muy parecidos al nuestro.

 

Dispondremos como fuente de luz dentro del terrario unos tubos fluorescentes de tipo UVB que proporcionan rayos de forma directa sin necesidad de filtro. Hay que indicar que aún no existe ningún estudio que pruebe realmente que esta clase de foco beneficie a las serpientes, pero sí es cierto que servirán a la creación de un fotoperíodo con un temporizador de horario: en verano será de 16 horas y en invierno, de 10 horas.

 

En lo que respecta a la comida, señalar que esta especie, en libertad, se alimenta de pequeños saurios, pájaros, otras serpientes (debido a su aproximación a las serpientes de cascabel) y roedores.

 

En cautividad, le administraremos ratones, ratas, hámsters, etc. Los propietarios de esta variedad suelen utilizar el ratón de laboratorio, ya que hoy existen mercados dedicados a la cría de estos roedores para los centros de investigación y suelen proporcionarlos desparasitados.

 

 

Reproducción muy controlada



Para el comienzo de la reproducción tenemos que dejar pasar un ciclo anual partiendo de ejemplares adultos que uniremos al año siguiente. 

 

En primer lugar, es importante conocer el sexo de nuestras mascotas. Existe una prueba infalible que consiste en introducir una sonda por el ano: si ésta sólo llega a alcanzar un par de las escamas anales, se trata de una hembra, pero si la sonda continúa entrando, estaremos ante un macho. Esta profundidad se explica por la necesidad de los machos de guardar sus hemipenes.

 

El ciclo anual comenzará en octubre, mes en el que empezaremos a bajar la temperatura y dejar de alimentar a la pareja reproductora, cada una en su terrario correspondiente. 

 

Poco después, se inaugurará el estado de hibernación que abarcará los meses de noviembre, diciembre y enero. Únicamente, mantendremos el agua fresca y controlaremos para ver que va todo bien.

 

En el mes de febrero invertiremos el proceso del mes de octubre, es decir, subiremos la temperatura y volveremos a alimentar a nuestras mascotas. 

 

A lo largo de los meses de marzo, abril y mayo nuestros animales irán tomando fuerza. Precisamente, es en este trimestre cuando se dan los primeros apareamientos. 

 

La hembra de Lampropeltis será trasladada al terrario del macho, pero es esencial que vigilemos el proceso debido al carácter ofífago de esta especie. Tras el apareamiento, se separarán de nuevo.

 

huevos serpiente





Junio y julio son los meses del desove. Crearemos un nido en el terrario de la hembra con una caja que contenga vermiculita para evitar la humedad. En este recipiente, la hembra realizará la puesta. Después, pasaremos los huevos a la incubadora donde los mantendremos a una temperatura de 28º C. 

 

Transcurridos aproximadamente dos meses, nacerán las crías, que trasladaremos a un terrario o contenedor de plástico hasta que muden y puedan recibir su primera comida. No hay que olvidarse de alimentar bien a los padres en agosto y septiembre, ya que deberán enfrentarse a un nuevo periodo de hibernación.

 

 

 

Imagen lampropeltis: Squamata55/ flickr

Imagen cabeza lampropeltis: jkirkhart35 / flickrLa 

Imagen terrarium

Imagen huevos serpiente: highlander411 / flickr

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