Sin embargo, los expertos recomiendan no emplearlos en ejemplares que no superen los cinco meses de edad. Eso se debe principalmente a que durante ese periodo crecen muy rápido y podría resultar molesto tener que ir cambiando los accesorios tan rápidamente. Además, se trata de una etapa en la que los felinos son más inquietos de lo normal ya que están tratando de explorar todo lo que sucede a su alrededor y sería más fácil que sufrieran algún incidente.
A la hora de elegir el mejor collar para un gato deben tenerse en cuenta diversos parámetros como es el caso de los materiales de los que está compuesto el producto.
Hay que elegir collares con un borde redondeado con un broche de seguridad que pueda desengancharse en caso de que los animales queden atrapados. De ese modo se pueden prevenir muchísimas lesiones.
Los collares elásticos son también una muy buena opción ya que se adaptan de una forma agradable al contorno de los gatos. Una vez el collar haya sido abrochado sobre el felino el propietario debe poder deslizar un dedo entre el cuello de la mascota y el complemento.
Una tendencia que se ha multiplicado durante los últimos años ha sido el uso de collares fluorescentes o reflectantes que permiten ver a los animales desde la distancia. De ese modo se consigue rebajar considerablemente la probabilidad de que las mascotas sufran accidentes de tráfico durante la noche, algo muy usual especialmente en las áreas rurales.
Es importante apostar por collares de primera calidad avalados por el prestigio de una gran marca porque los gatos son animales muy inquietos y de ese modo se puede garantizar mucho mejor su durabilidad.
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