1. Alternar pienso y alimento húmedo
Para lograr que el gato tenga una buena hidratación, es recomendable alternar el pienso (alimento seco) con el alimento húmedo. Esto ayuda a que se evite la formación de cristales en la orina. El felino suele beber poca agua, y el alimento húmedo ayuda a que mantenga una buena hidratación.
Los gatos tienden a consumir más alimento seco que húmedo. También puedes ayudar a la hidratación del gato manteniendo su cuenco siempre con agua fresca y limpia, al tope. Les gusta que el agua esté siempre rebosante. Incluso puedes acceder a pequeñas fuentes especiales que mantienen el agua circulando para resultar más tentadora para el gato. El circuito hace fluir el agua y eso los estimula a beber.
2. Racionar el alimento
Los felinos son depredadores que cazan a sus presas (roedores, pájaros) y hacen esta actividad varias veces al día. El gato sabe administrar su apetito, y no ingiere todo el alimento que tiene a su disposición. Por esto, a menos que sufra de obesidad, se le puede dejar la comida en el cuenco y esperar a que la vaya comiendo a medida que la necesite.
También, es posible emular algunas de las costumbres felinas al alimentarse fuera del ámbito salvaje escondiendo pequeñas cantidades de alimento por la casa. Incluso hay juguetes que se utilizan para esconder una pequeña cantidad de alimento y así permitir que el gato se entretenga mientras intenta acceder a su comida.
3. Controlar la formación de bolas de pelo
Otro problema habitual que presentan los gatos con relación a la alimentación es la formación de bolas de pelo. Hay pienso específicos que ayudan a reducir las cantidades de pelo en el intestino pero también se utiliza la crema de malta que se aplica en la pata del gato y luego la ingiere al lamerse. Estos consejos y trucos ayudan a reducir las cantidades de pelo en el intestino y así la digestión del gato es más saludable.