Cambiar la alimentación de tu gato puede ser un reto desafiante, pero con un enfoque adecuado y unos consejos útiles, ¡puedes lograrlo con éxito!
Seguro que has escuchado que los gatos tienen un paladar muy selectivo, y que el proceso de introducir nuevos alimentos en su dieta puede ser algo complicado. No te voy a mentir, es cierto.
Hay que ser prudente y tener precaución al ofrecer un pienso distinto o darle algo nuevo a nuestro gato. Además, es importante ser consciente de que hay alimentos que son perjudiciales para gatos que pueden causar envenenamiento o intoxicación, así que, es un asunto bastante serio.
Dicho esto, con paciencia, dedicación y con la orientación de tu veterinario, es posible adaptar el paladar de tu gato a nuevos sabores, aromas y texturas.
Aquí te dejo unas pautas para hacer esta transición de manera suave, sin estrés y sin riesgos para la salud de tu compañero peludo.
Evalúa la situación actual
Antes de cambiar la alimentación de tu gato debes conocer su estado de salud, su peso, sus preferencias de comida y si tiene algún problema digestivo, así podrás tomar decisiones informadas.Para ello, es conveniente acudir al veterinario para realizar una completa revisión, y asegurar que el felino está fuerte y sano antes de afrontar un cambio de dieta.
También es importante contar con su orientación especializada para elegir un nuevo pienso que ofrezca los niveles de nutrientes adecuados y guste al gato.
Además, las visitas de forma periódica al veterinario y una adecuada medicina preventiva son fundamentales para detectar alergias o posibles síntomas de patologías asociadas a desequilibrios alimentarios, tales como obesidad o insuficiencia renal.
Y en estos casos, tu gato necesitará una dieta específica, para impedir la evolución de dichos síntomas y que tenga proporcionarle una mejora calidad de vida.
Introduce la alimentación de forma gradual
La clave para cambiar la alimentación de tu gato es realizarlo de forma paulatina. Debe ser un proceso lento y gradual, que respete el tiempo necesario de adaptación de cada felino.Es importante que recuerdes que los gatos sienten mucho apego a su rutina diaria, y la alimentación, no es una excepción. Los hábitos diarios les hacen sentirse seguros y no exponerse a contextos desconocidos que pueden suponer un riesgo para su calidad de vida.
Si fuerzas un cambio repentino en su dieta, favorecerás la aparición de síntomas como estrés, ansiedad e incluso vómitos y diarreas.
En el caso de gatos ancianos, hay que tener especial cuidado en los cambios de dieta, ya que precisan los nutrientes adecuados, como un alto aporte de proteína y determinadas vitaminas, para compensar la pérdida natural de masa muscular y el descenso metabólico.
Además, hay que considerar que son más vulnerables a la hora de manifestar trastornos digestivos frente a los cambios repentinos en la alimentación.
Para cambiar la alimentación de tu gato, debes hacerlo con calma y paulatinamente. Comienza por sustituir un porcentaje muy bajo de su pienso habitual por el “nuevo” y poco a poco, ve aumentando el porcentaje hasta que el pienso nuevo represente el 100% de su dieta.
Paso a paso para introducir el nuevo alimento para tu gato
1er y 2º día: 10% del nuevo alimento, y completa con 90% del pienso anterior.3º y 4º día: eleva a un 25% la cantidad del nuevo pienso, y suma un 75% del anterior.
5º, 6º y 7º día: mezcla ambos piensos en proporciones iguales.
8º y 9º día: ofrece el 75% del nuevo pienso, y deja solo un 25% del anterior.
Desde el 10º día: alimenta a tu gato con el nuevo pienso, y presta atención a su reacción.
Añade alimento húmedo
Una buena forma de cambiar la alimentación de tu gato con facilidad es incorporando comida húmeda o paté al nuevo pienso seco, ya que matizará los sabores y estimulará su apetito.Es importante que tengas en cuenta que esto será un método temporal para los primeros días de transición alimentaria.
¿Por qué? Pues básicamente porque tu gatete podría acostumbrarse a la comida blanda y no al sabor del pienso. Y también, porque esto podría causarle problemas digestivos, ya que los alimentos tienen tiempos de digestión diferentes.
Controla la temperatura de la comida
A los gatos como buenos carnívoros, les encanta que su alimento mantenga una temperatura tibia.Hay que recordar que los animales que cazan para alimentarse, se suelen comer la carne de la presa cuando aún conserva su temperatura corporal.
Así que, si ves que tu gato no tiene demasiado interés por el nuevo alimento, prueba a templar su comida para que se anime a probarla.
Así que, si ves que tu gato no tiene demasiado interés por el nuevo alimento, prueba a templar su comida para que se anime a probarla.
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Para hacerlo, basta con añadir un poco de agua caliente(no hirviendo, por favor) al pienso seco, dejar que reposa hasta que alcance entre 35 °C y 37 °C (que es la temperatura aproximada de un mamífero).
De esta manera, aumenta el sabor, el aroma y tendrá una textura más agradable para tu querido gatito.
Un dato: los gatos no tienen un paladar exquisito porque sí
Escucho a mucha gente decir que los felinos son “muy finos y exquisitos con la comida” y sinceramente creo que hay un gran desconocimiento y muy pocas ganas de querer ponerse las pilas y hacerse responsables de la calidad y el bienestar de sus gatos. Es más fácil quejarse, que informarse y poner soluciones.Pero la realidad, es que está en tu mano mejorar la capacidad adaptativa y la flexibilidad del paladar de tu gato.
Antes de decir que un gato es muy “tiquismiquis” con la comida, has de tener claro que, en general, son los propios humanos los que suelen facilitar o aumentar la selectividad o la limitación del paladar de sus gatetes.
Hay una tendencia excesiva a proporcionar solo un pienso seco o el mismo sabor de comida húmeda durante la mayoría de su vida.
Si un gato experimenta un solo sabor, un solo aroma o textura por un periodo prolongado, es bastante difícil que se adapte a cualquier nueva propuesta alimenticia, básicamente porque no conoce otra y está acostumbrado(para mal) a una rutina poco variada y estricta.
¿Qué has de hacer entonces? Invertir tiempo en mejorar la capacidad adaptativa y la flexibilidad del paladar de tu gato a una edad temprana.
Los felinos fijan los criterios de su paladar y sus gustos en los primeros 6 o 7 meses de vida. Es en esa etapa en la que están más predispuestos a probar nuevos aromas, sabores, texturas y formas de alimentos secos y húmedos.
Si le ofreces una dieta variada al gato de pequeño, será un gato adulto con una gran tolerancia alimentaria y una mayor predisposición para aceptar cambios en sus hábitos.
Sé consistente, paciente y observa
Es importante mantener la consistencia durante todo este proceso de cambiar la alimentación de tu gato. Intenta darle de comer en los mismos horarios y en el mismo lugar para crear una rutina estable. Esto será de gran ayuda para que se sienta cómodo y seguro durante la transición.Ten paciencia y observa cómo responde tu gato a la nueva dieta. Fíjate en cualquier señal de malestar digestivo, como vómitos o diarrea, y ajusta el cambio de alimentación si es preciso.
Consulta a tu veterinario
Si tienes dudas o preocupación sobre cómo cambiar la alimentación de tu gato, no dudes en acudir a tu veterinario de confianza, él podrá proporcionarte orientación personalizada y asegurarte de que estés tomando las decisiones adecuadas para la salud de tu gato.¡Comparte este artículo!
Si encontraste útiles estos consejos sobre cómo cambiar la alimentación de tu gato, ¡no dudes en compartir este post en tus redes sociales! Ayuda a otros a hacer esta transición de manera exitosa y sin estrés para sus gatetes.Recuerda, este artículo es informativo y no sustituye el consejo profesional de un veterinario. Siempre consulta a un experto para obtener recomendaciones específicas para tu gato.
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