Los gatos suelen limpiarse durante varios minutos al día, pero hay ocasiones en las que pueden pasar mucho tiempo haciendose una limpieza compulsiva, volviéndolo peligroso para su salud.
A primera vista, si notas a tu gato realizarse una limpieza compulsiva, es decir, más de lo normal, podría indicar que tiene alguna irritación en la piel causada por parásitos o insectos como las pulgas. Revísale bien todo su pelaje en busca de alguna señal que indique su malestar.
La limpieza compulsiva también está relacionada con el estrés o la ansiedad.
Por ejemplo, es muy común que ocurran tras las vacaciones, ante periodos en el que nuestro amigo ha estado solo o desubicado de su hogar, cuando nos mudamos, cuando una persona deja de estar con él, o si hay una nueva compañía en su círculo.
¿Qué hacer ante el estrés? Es muy importante tratarlo adecuadamente, ya que la limpieza compulsiva puede hacer que nuestro felino pierda pelo e incluso se cause heridas. En el veterinario te pueden ayudar con un tratamiento que alivie su estrés, pero tú puedes también ayudarle mucho en su día a día:
- No lo dejes solo: si te vas de vacaciones, intenta que alguien pueda visitarlo periódicamente. Nunca dejes a tu gato sin compañía más de un día, también para evitar posibles accidentes domésticos.
- Controla sus miedos: hay diversos ruidos del hogar que pueden asustarle más de lo normal, intenta comprobar cómo le afectan utensilios ruidosos como la aspiradora o el secador de pelo y deja a tu mascota en otra habitación mientras los utilices.
- Juega con él, acaríciale, comparte tus ratos libres con él: sobre todo cuando veas que está lamiéndose en exceso, intenta distraerle de su obsesión.
- Si su estrés le ha causado heridas y sarpullidos, el veterinario te aconsejará que le protejas con un collar isabelino para que no pueda hacerse más daño. Mientras que lo lleve debes cuidar tú de su higiene, sobre todo porque un descuido en su aseo, podría causarle aún más estrés. Cuando las heridas vayan desapareciendo ve quitándoselo a ratos, siempre controlando sus movimientos.
- Y sobre todo, si está habiendo cambios en tu vida y por tanto en la suya, pasa más tiempo con él para hacerle ver que no tiene por qué tener miedo.
Si la situación no mejora, consulta a tu veterinario para un posible tratamiento farmacológico para prevenir la ansiedad.
¿Habéis visto alguna vez señales de estrés en vuestros gatos?
Imágenes/Flickr: Chispita_666, Drew And Merissa, jon_a_ross