Para ello debemos saber que no todos los gatos gestionan su estrés igual, sino que los podemos englobar en dos clases:
- Los que son capaces de gestionar su estrés (son cambios estresantes en su entorno en los que se pueden sentir incómodos, unas horas o días).
- Los gatos que no son capaces de gestionar su estrés (son aquellos que tienen dificultades para gestionar hasta el más mínimo cambio, está situaciones pueden durar días, semanas…).
Síntomas
Los gatos no nos pueden decir qué les pasa ni si se encuentran mal, por eso siempre recomendamos estar pendientes del comportamiento, de los síntomas que pueda mostrar nuestro gato. Podríamos encuadrarlos en dos clases:
Conductuales (comportamentales):
- Hiperactividad
- Maullidos excesivos (lastimeros, “lloros”…)
- Pica (ingesta de objetos: plásticos, tela, botones…)
- Marcaje con uñas en vertical
- Micciones y defecaciones inadecuadas
- Aumento de la agresividad
- Cariñoso en exceso (marcaje a nosotros, muebles, objetos, con sus feromonas faciales)
- No relación con su entorno (se esconden, se aplastan contra el suelo...).
Físicos:
- Anorexia
- Bulimia
- Asma
- Pupilas dilatadas
- Vómitos, diarrea
- Sialorrea (salivación excesiva)
- Cistitis idiopáticas
- Agravamiento de enfermedades crónicas o aparición de enfermedades subyacentes.
No todos los gatos tienen todos los síntomas, ni aparecen todos a la vez.
Causas
Casi todos los desencadenantes de estrés en el gato son ambientales, generalmente son los que amenazan sus recursos y su territorio:
- La llegada de un bebé u otra persona al hogar
- Obras en casa
- La llegada de otro animal (de otra especie)
- La llegada de otro gato (supone una competencia por el alimento y las atenciones).
Prevención
El periodo de sociabilización del gatito es muy importante, en la medida en la que podamos el gatito debe ser manejado por varias personas, niños, perros (sociables con gatos), esto puede generar una inmunización a que el gato de adulto pueda padecer estrés.
Si no podemos realizar una buena sociabilización debemos eliminar de la vida de nuestro gato todos os motivos de estrés. Es cierto que no siempre es fácil pero, como propietarios debemos ayudarlos en todo lo que podamos ofreciéndole:
- Lugares de descanso (escondidos o en altos)
- Alimentación equilibrada
- Juegos: Debemos interactuar con él con juegos interactivos (así, además, ayudamos a prevenir la obesidad).
Atendiendo a la edad del gato y carácter debemos hacer las cosas de manera natural y realizar las presentaciones de manera oportuna sin forzar acercamientos, deberemos seguir las pautas que nos marca nuestro veterinario.
Tratamiento, ¿cómo podemos ayudar al dueño?
Lo primero que debemos es asegurarnos de que los cambios físicos y de conducta no son provocados por problemas físicos, recomendamos realizar una visita al veterinario para chequearlo. En caso de que no se encuentre nada se deberá establecer unos tratamientos para conseguir equilibrar al felino.
Recomendable es:
- Si hay más animales, si la relación es buena con todos los “compañeros de piso” . Si se trata de humanos, felinos y perros, probablemente con estos últimos debamos de observar su actitud porque, en algunos casos también se debe tratar la fuente causante del estrés hacia el otro gato. Si son humanos, deberíamos explicar la necesidad de un cambio de actitud hacia el gato.
- Más caricias y mimos, buscar momentos de relax con él a solas.
- Más juego y ejercicio intentar crear una rutina con él todos los días, hay que dedicarle un tiempo a estar con él.
Podemos trabajar también con:
- Feromonas: Sustancias secretadas por distintas partes del organismo del gato (ejemplo, las faciales). Éstas permiten a los gatos identificar lugares y objetos como familiares. Este tratamiento se comercializa en forma de spray, difusor (dependiendo si los espacios son grandes o pequeños). Demuestran siendo efectivas reduciendo el marcaje urinario, en viajes, hospitalización, marcaje de uñas…
- Alimentos: Hoy en día hay dietas en el mercado dedicadas al tratamiento de la ansiedad y el estrés. Está formulado con ansiolíticos (Triptofano es un precursor metabólico de la serotonina que está relacionado con el estado de la ansiedad, sueño y apetito). Controla también problemas asociados a problemas digestivos (derivados del estrés), dermatológicos y urinarios.
- Flores de Bach: ayudan a superar situaciones de estrés, controlan el miedo y la ansiedad, no tienen efectos secundarios en el gato y pueden combinarse con otros productos prescritos por veterinarios.
Acudir a la clínica veterinaria: otra causa de estrés
Si nuestro gato lo pasa muy mal ante una visita al veterinario, recomendamos:
En el viaje a la clínica es mejor intentar no hacer mucho ruido. Al llegar a la clínica siempre hay que poner el transportÍn en alto (nunca en el suelo dado que es más vulnerable de que se le acerquen perros etc…), y/o cubierto con una tela, sabana, toalla con su olor… Si está muy estresado o hay mucho trasiego en la sala de espera, mejor comentárselo al personal auxiliar del Centro para que coloque a nuestro gato en otra instalación del centro a oscuras y tranquilo.
Al volver a casa debemos depositar el transportín en un sitio tranquilo, dejarlo abierto y que salga solo; lavar el transportín con oxigeno activo y guardarlo.
Ese día es aconsejable dejar tranquilo a nuestro gato, en el caso de que tengamos dos gatos y uno de ellos haya ido al veterinario por alguna cirugía programada u hospitalización, es aconsejable tenerlos separados durante uno u dos días, la razón es por los olores extraños que porta: antibióticos, manipulación… pueden hacer que los gatos estén agresivos.
Es un artículo del CENTRO VETERINARIO REYES MAGOS
Centro quirúrgico especializado AHC
Contacto: c.v.reyesmagos@hotmail.com - 918835039
Av. Daganzo, 4. Alcalá de Henares, 28806 (Madrid)