“Nara es mi perra, es mi familia y es adoptada.
Cuando la trajimos a casa desde la protectora La Madrileña, ya era una perra adulta con un carácter muy definido no solo por no ser una cachorra sino por lo que hasta ese momento había vivido. El día que llego a casa fue un gran día. Yo sentía que siempre la había estado esperando.
Desde ese día en cualquier plan de familia ella está incluida. Las vacaciones, las comidas familiares, las celebraciones… hasta tuvo un papel importante el día de nuestro boda. Ella llevo los anillos.
Se adaptó rápidamente a la casa y a nosotros. Tanto nos quería que sufría ansiedad por separación cuando no estábamos y siempre que salíamos destrozaba un zapato o un cojín….
Otra cosa era la calle, tiraba de la correa y la tuve que separar mil veces por las peleas que tenía con otros perros en el parque.
Yo le daba mucho amor, (hasta tiene su propio hashtag en Instagram #MiPerraNaraMeTieneLoca). Pero no conseguía entender que más cosas eran las que le tenía que hacer para evitar las reacciones de Nara cuando se ponía nerviosa. Entonces buscando unos adiestradores diferentes conocí a Rubén y a Patricia. Ellos me han enseñado como hacer que esté tranquila y sea más feliz. Que no sufra cuando se queda sola en casa. Como hacerle entender las cosas para que ella sepa lo que le pido y que nuestra relación sea más fuerte y bonita.
Yo también he aprendido como comunicarme con ella de forma que me entienda. También estoy más tranquila, relajada y segura con mi perra.
Gracias Rubén y Patricia, antes estaba contenta con Nara ahora somos más felices y disfrutamos muchos más la una de la otra.”
Amaya contactó con nosotros porque su perrita Nara mostraba ansiedad por separación, rompía cosas en casa. También ladraba en la calle a los perros porque no sabía relacionarse bien e incluso ladraba a los coches.
El paseo para ella era estrés.
Tampoco acudía a la llamada de Amaya y tiraba mucho de la correa.
El primer paso siempre es solucionar el problema de ansiedad por separación estableciendo una relación correcta en casa. Después trabajamos su estrés y la enseñamos a gestionarse emocionalmente con la ayuda de varios ejercicios incluyendo algunos con clicker.
Con el buen trabajo de Amaya y su paciencia, Nara ha aprendido a relacionarse de manera correcta con otros perros, a acudir a la llamada de su guía, a gestionar sus estados emocionales y disfrutar junto a su dueña de unos paseos maravillosos.
La ansiedad por separación pasó a la historia.
¡Enhorabuena Amaya por tu esfuerzo, dedicación y por cambiar la vida de Nara para siempre!
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