En este mini-consejo, quiero explicaros cómo hacer que tu perro esté atento a ti y en cualquier lugar. Es un ejercicio muy práctico, sencillo pero muy efectivo.
Lo he titulado “Sígueme, que me voy”. Consiste en irse en otra dirección diferente a la que está tu perro, y así provocar que te siga pero sin decirle nada. Este ejercicio podríamos englobarlo en el trabajo de “la llamada”. Os enlazamos a un Podcast anterior, por si queréis investigar más sobre el tema: Capítulo 61. Consejos prácticos para una buena llamada.
Mini-consejo 2019
Mini-consejo vintage
Claves para que tu perro venga
Para que este ejercicio funcione cabe destacar que es muy importante tener una buena (y sana) relación con nuestro perro, no tener conflictos importantes, que sepamos comunicarnos bien… y esto hará que quiera estar contigo de manera natural. Si esto no es así, por muchos ejercicios que hagas, perderás totalmente el objetivo principal: que tu perro venga porque quiere estar contigo. Personalmente no concibo enseñar a mi perro si él no disfruta del proceso.
Dar libertad y recibir compromiso
Continuamente veo en el parque personas totalmente pendientes de sus perros, casi ni les dejan interactuar con otros perros, personas… Es importante ofrecer a nuestro perro libertad de decisión y movimiento para potenciar su autoestima y autogestión de las situaciones que se le presenten. También es necesario que ellos estén pendientes de nosotros, que lleven “su mochila” de responsabilidad y compromiso (evidentemente, nosotros con ellos también). Que sea una relación bidireccional, de estima, respeto y de calidad.
Normas de uso
Practicar en un lugar TOTALMENTE SEGURO .
Si no está preparado para estar suelto: irá acompañado de un arnés atado a una cuerda larga o practicaremos únicamente en un lugar cerrado!
El entreno no funciona de un día para otro. Hay que tener paciencia y ser constantes
En el momento que vuestro perro se despista, o se adelante mucho, nos iremos en la otra dirección. Necesitamos un mínimo de atención por parte de nuestro perro.
Llegar a mí tiene premio
Cambiaremos de dirección cada vez que nuestro perro se despiste, en el momento que tengamos a nuestro perro a nuestra vera (leáse a nuestro lado) le daremos un premio.
¡Cuidado que me voy!
Como os decía antes, muchos de nuestros perros están acostumbrados a que nosotros hacemos la faena. Estamos pendientes de lo que hacen y no hacen en todo momento. Esto no tiene que cambiar pero nuestro perro debe aprender a estar pendiente de nosotros también. Esto lo conseguiremos jugando al escondite. Le daremos un PEQUEÑO (que nos conocemos!) susto como podéis ver en el vídeo.
Y si tienes ganas de ponerte manos a la obra con tu llamada… el próximo 18 de Febrero empezamos una nueva edición del Curso Si me dices ven lo dejo todo ¡Mi CURSO FAVORITO!