Nunca es tarde

Por Elsie Carbó

Hay un tema que ha surgido en las Redes Sociales por estos días y que ha dejado no pocas insatisfacciones y al mismo tiempo espectativas, me refiero a la Feria de Adopciones convocada este fin de semana en el Parque Almenares por la Asociación de Jóvenes Comunistas, (UJC) divulgada en algunos medios como la primera de este tipo en el país, cosa que ha confundido a más de un internauta porque si vamos a decir las cosas como son, ferias de adopciones se han realizado y se realizan en este país desde hace muchos años, ahora que la haya convocado la UJC y otras instituciones gubernamentales, sí es la primera, algo que es muy bien recibido si tenemos en cuenta la necesidad que existe de que los animales tengan un respaldo oficial, así que tenemos a la comunidad animalista un tanto confusa y disgustada opinando por este detalle, u olvido, no sé como llamarlo, pues en esos mensajes se ha desvirtuado completamente la labor que los verdaderos protagonistas tienen detrás de estas historias además de los animales, y esto me lleva a pensar que dada la magnitud de los comentarios la cuestión merece una reflexión desprejuiciada.

Personalmente me dije cuando leí la noticia que ya era hora de que alguien con representatividad gubernamental levantara la voz para apoyar la causa animalista, y nada mejor que ofrecer la colaboración en una feria de adopciones, en la cual, se sabe, muchas personas van en busca de oportunidades para adoptar una mascota, desparasitar a la suya, consultar a los veterinarios o simplemente regalar a un gatico rescatado de un latón de basura. Y si es esa sangre joven que integra la Asociación de militantes para acometer esa y otras necesidades que ya se hacen impostergables para los animalistas es plausible que se involucren, como son las campañas para esterilizar, las aperturas de consultorios, farmacias, clínicas y lugares o refugios a donde poder llevar con facilidad las mascotas para evitar que mueran, entre otras.

Y es que, si nos llevamos por el refranero popular, que a mi particularmente me gusta mucho, les diría aquel que dice Nunca es tarde si la dicha es buena, para aplicarla al hecho de que al fin por primera vez una institución haya asumido un rol importante en la defensa de los animales que hasta ahora solo constituía un remake entre animalistas en la sociedad civil, sin representación o apoyo estatal oficial, independientemente de una ley promulgada hace poco que transcurre un tanto desconocida ante la mayoría de la población cubana, sobre todo para aquellos que agreden, maltratan, violan, y asesinan a los animales en juegos y peleas ilícitas.

Ahora, volviendo al tema de la Feria, debo decir con honestidad que podían haber hecho una propaganda inclusiva, donde tuvieran representación grupos relevantes del bienestar animal en Cuba, que si no pudieran invitarlos a todos, porque son muchos, al menos unos cuantos, al igual que hicieron con otras entidades y organizaciones a quienes de antemano invitaron y los incluyeron en los carteles, esto para haber ahorrado el mal rato a muchas personas, que se han sentido ignoradas y hasta burladas, cuyos resultados ha sido una lluvia de comentarios de toda índole en las redes.

Yo tengo la esperanza de que la UJC en el futuro no sea la única organización en sumarse en la batalla por el bienestar animal, ojalá otras instituciones abran las puertas y sus corazones para empezar a construir juntos un mundo mejor y no vean a los animalistas como seres disociados de la realidad, descabellados o enemigos del país donde viven, porque no hay nada más alejado de la verdad. Por lo tanto, para mí es bienvenida la participación de la UJC en los programas de Bienestar animal en el país y en todo lo que sea para brindar ayuda y compartir los sacrificios y las alegrías que son el día a día de quienes amamos a los animales, que a fin de cuentas, es también un Si por Cuba.

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