Para empezar, ¿cuáles son los síntomas físicos del celo de la perra?
En una primera fase, el ovario se prepara para ovular y durante una media de 9 días (que pueden ser más o pueden ser menos, todo depende de cada perra) se llevará a cabo el sangrado. Durante el sangrado se expulsan feromonas, es decir, el olor que tanto atrae a los machos, pero en este periodo de sangrado la perra rechazará a cualquier macho. En esta fase es muy importante proveerse de bragas sanitarias y compresas . Estas bragas son necesarias para evitar que la perra manche con su sangre toda la casa, así que mientras dure el sangrado es mejor que se acostumbre a llevar estas braguitas. Dentro de las bragas podrás colocar las compresas que irás cambiando cada cierto tiempo, manteniendo la higiene íntima de tu perrita.
En una segunda fase, se produce el estro, que es cuando ya no hay sangrado pero la perra está receptiva para la monta.
¿Cuáles pueden ser los síntomas emocionales del celo en la perra? Ten en cuenta que estos varían de una perra a otra:
Aumento de la demanda de atención. La perra puede estar mucho más cariñosa que de costumbre y constantemente intenta llamar la atención de su propietario, o también, todo lo contrario, no se deja acariciar.
Obsesiones por ciertas conductas. Hay perras que se vuelven obsesivas con ciertos objetos o ciertas conductas.
Aumento del nerviosismo. Ansiedad.
Disminución del apetito.
Aumento de la micción.
¿Qué puedes hacer para reducir toda esta tormenta hormonal y reducir las molestias del celo?
La mejor solución es la esterilización. Con la esterilización no solo evitarás todas estas molestias emocionales y físicas, sino que prevendrás a tu perrita de enfermedades como diversos tipos de cáncer, piometra, enfermedades de transmisión sexual, etc. Olvídate del mito de que la perra tiene que parir una vez en la vida. Es totalmente falso.
Intenta aislar a tu perra durante esos días. Piensa que la salida a la calle va a suponer la locura para los machos y un macho ante una perra en celo no cesará en dar rienda suelta a la llamada de la naturaleza. Y para tu perra tampoco debe ser agradable, así que mejor esos días tenla en casa aislada y colócale un empapador para que pueda hacer sus cositas ahí.
Reduce su ansiedad jugando más con ella en casa, prestándole más atención y poniéndole música relajante para perros. Distraerla en esta tormenta hormonal es fundamental para que pase lo antes posible.
Para incitarla a comer si pierde el apetito innova en su dieta. Añádele hígado, o trocitos de verdura como zanahoria, etc.
Si tu perra no está esterilizada, espero que con estas sencillas pautas puedas ayudarla a pasar de forma más rápida y mejor este periodo tan agitado.
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