Muchas veces, no tomamos con la seriedad necesaria cuando en casa tenemos perros enfermos. Las personas estamos acostumbradas a dejar estar las enfermedades. Ya sabemos cómo lidiar con un resfriado, con una torcedura, con un dolor de cabeza. Nosotros tendemos a no ir al médico para una gripe o una migraña.
En el caso de los perros enfermos es diferente.
Muchas veces los propietarios ven que sus perros estornudan, y lo encuentran divertido. A veces ven que cojean un poco, y dicen “ay pobrecito, le duele”, y le hacen muchos mimos. En algunas ocasiones he visto casos incluso de perros enfermos que al defectar lo hacían con sangre, y los propietarios decían “esperamos a ver si se le pasa”.
¡No puedes esperar a ver si se le pasa! Si nuestros hijos se sienten mal o tienen algún problema, nos lo comunican y no dudamos en llevarlos al médico si es necesario. Es incluso peor con tu perro: tu perro no puede decirte lo que le duele y cómo le duele. Cualquier cosa puede ser un problema.
Así que no esperes, no aguardes a ver si la cosa mejora por sí misma. Lleva a tu perro al veterinario. Sálvale del dolor y el sufrimiento.
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Marcos Mendoza