La interpretación usual de esa conducta en el juego es que el gatito es ingenioso y agudamente inteligente. Como su juguete no vuela en el aire como un pájaro vivo, el gatito le “da vida”, haciendo volar la ?pelota por sobre su lomo, para poder disfrutar de la persecución de una presa “viviente” mucho más excitante. Eso acredita al gatito de una notable capacidad para el juego creativo: inventar un pájaro volador. Para apoyar esa idea, está el hecho de que ningún gato adulto, para cazar un pájaro verdadero, usará esa acción de “levantar” las patas delanteras. Se argumenta que esa acción es un movimiento verdaderamente ingenioso, que revela la avanzada inteligencia del gatito. Desgraciadamente esa interpretación está equivocada. Se basa en la ignorancia de las acciones instintivas para cazar que tiene el gato. En estado salvaje, los gatos tienen tres modelos diferentes de ataque, dependiendo de si cazan ratones, pájaros o peces. A los ratones, los acechan,’ los atacan de un salto, los atrapan con las patas delanteras y los muerden.
A los pájaros, los acechan, saltan y entonces, si el pájaro sale volando, saltan para seguirlos y quedan con las dos patas delanteras levantadas. Si son lo bastante rápidos como para atrapar el cuerpo del pájaro con ese movimiento de pinza de las patas delanteras, lo tiran al suelo para darles el mordisco mortal. Mucho menos conocida es la forma en que un gato caza a un pez. Para hacerlo se queda echado en el borde del agua y, cuando un pez desprevenido pasa nadando, sumerge rápidamente la pata, clava la zarpa en el cuerpo del pez y lo saca del, agua: La dirección en que lo arroja es por sobre su lomo y así lo saca limpiamente del agua. Mientras el sobresaltado pez cae al suelo detrás del gato, éste lo golpea y ataca.
Si el pez es demasiado grande como para agarrarlo con una sola zarpa, el gato arriesgará sus dos patas delanteras en el agua, agarrando al pez entre las zarpas y luego tirará del cuerpo de la presa hacia atrás.
Son esas las acciones instintivas para pescar que el gatito realiza cuando jugando echa a volar la pelota y no una nueva acción que ha inventado o aprendido. La razón por la cual en el pasado eso no se tuvo en cuenta es porque muy poca gente ha observado a los gatos pescando, mientras que muchísima gente ha visto a sus gatos cazando pájaros en el jardín. Un proyecto de investigación en Holanda sirvió para revelar que el usar las patas delanteras para pescar y luego tirar la presa por el aire, es una acción que madura sorprendentemente temprano en los gatitos y sin el beneficio’ de la instrucción maternal. Los gatitos pueden cazar peces habitualmente a partir de la quinta semana de vida, pero en ausencia de la madre, a las siete semanas se convierten en exitosos pescadores.
Así que el gatito juguetón que arroja la pelota sobre su lomo, realmente no hace más que lo que haría en serio si hubiera crecido en estado salvaje, cerca de algún río.