Hemos decidido publicar cada semana una de estas historias porque pueden ayudar en ambos sentidos: aquellas familias que han encontrado solución servirán como apoyo a los que estén ahora en esa situación, y los que tienen un problema tal vez encuentren a alguien que les pueda echar una mano.
Empezamos con una historia anónima sobre la adopción de una perrita en una familia donde ya convivían otras dos y en la cual la adaptación ha sido muy complicada y aún siguen teniendo problemas.
LA HISTORIA
”Hola!!! Pues si que he tenido una situación parecida aunque la mía no ha acabado tan bien…
Mi marido y yo somos amantes de los animales y parte de nuestra pequeña familia son una chuchilla y una cocker. Bueno pues hace casi tres años había dos pastores alemanes en adopción y mi hermana me dijo que necesitaban una familia porque no tenían para mantenerlos (no es que nosotros seamos ricos pero a mis animales no les va a faltar nunca de nada) y claro se me partió el corazón y a casa que me lleve a mí pequeña bebe caballo.
Ella fue creciendo con mis otras dos perritas aunque la cocker (porque son las tres hembras) siempre la marcaba con revolcones y alguna que otra pelea, aunque la pastor alemán no hacía nada, hasta que cuando alcanzó aproximadamente los 8 meses y un tamaño de 35 kilos, devolvió al cocker el revolcón.
A partir de ahí cada día las peleas fueron a más y más, hasta el punto de tener que dar puntos al cocker porque no admite ya ser la débil. Vinieron dos adiestradores pero no ha funcionado y nos llegaron a decir que nunca más se iba a solucionar.
Todo el mundo de nuestro entorno nos criticaba y nos decía que nos teníamos que deshacer de ella porque además venía un bebe en camino y la situación no podía acabar bien. Pasamos los peores meses de nuestra vida pensando en que hacer y pensando en que se nos partiría el alma tanto a nosotros como a nuestra pastor alemán si la separábamos de nosotros…
Pues aún así encontramos la solución: dividir la casa, la parcela y tener que separar nuestro tiempo para estar con ellas. Es una situación muy complicada y a veces nos provoca un poco de estrés porque vivimos super pendientes de que no coincidan en la misma habitación , pero aquí están las tres con nosotros, con un techo en el que dormir, unos amitos con los que jugar y que las llenan de amor.
Esto es una crítica a la gente que compra o adopta y al mínimo problema les abandona o los devuelve a las perreras, para mí haberme desecho de mi perra hubiese sido como cortarme un brazo y aquí estamos, con una situación complicada y tirando adelante.
Me fastidia la gente que por menos abandona o devuelve a un animal que ha creado lazos desde el primer momento de encuentro con su dueño, y me repugna todavía más la gente que los abandona. A esa gente les diría” si te crees responsable para comprar un perro o adoptarlo, si llega una situación complicada, se responsable para buscar una solución, no seas un cobarde y lo abandones o lo devuelvas al mínimo problema que te de.
Un animal no es un juguete , es un ser vivo que siente y padece y ojalá pudiese traerme a casa a todos los animales abandonados o maltratados por ese tipo de personas.
Espero que este mensaje sirva para hacer recapacitar a alguien que piense en devolver o abandonar a su mascota.”
¿QUIERES ECHAR UNA MANO?
Si has pasado por una situación similar o tienes algún consejo que puede ser útil para esta persona, puedes dejarnos un comentario o ponerte en contacto con nosotros. Pese a que los protagonistas prefieren permanecer anónimos, seguirán los comentarios que hagáis y les haremos llegar vuestros emails.
Además, si tu también quieres contar tu historia puedes hacernos la llegar al email info@luccalaloca.es. Podrás encontrar todas en la sección ”Vuestras Historias”.