Tomado de Diario Hoy.net
Un hombre y una mujer fueron detenidos en la tarde del pasado miércoles, acusados de dedicarse a la venta y distribución de estupefacientes. Los maleantes guardaban la droga junto a un tacho en el que tenían una pitón para que nadie se atreviera a acercarse a las sustancias.
El insólito hecho fue descubierto cuando personal de la Delegación de Drogas Ilícitas de La Matanza realizaba allanamientos en dos viviendas de la localidad bonaerense de González Catán que eran utilizados para acopiar marihuana y cocaína con fines de comercialización.
Fuentes policiales informaron que durante los últimos seis meses se habían desplegado diversas tareas de seguimiento encubierto y filmaciones, por medio de las cuales se comprobó que los sospechosos se dedicaban al narcotráfico, fraccionando y comercializando distintos estupefacientes.
Según se detalló, en los procedimientos fueron apresados un hombre y una mujer mayores de edad y fueron incautados un total de 12 kilos de marihuana, tres plantas de esa sustancia y 548 gramos de cocaína; una carabina calibre .22, un revólver calibre .44 mágnum y 9.500 pesos en efectivo.
Pero al momento de realizar los operativos, los agentes se encontraron con un contratiempo, cuando descubrieron que uno de los sospechosos investigados escondía la droga en un barril plástico sin tapa, junto a una víbora pitón de más de dos metros de largo y 20 kilos de peso, en su interior. ?Ponían la droga en una bolsa, al lado del tacho donde tenían a la serpiente con la idea de disuadir al que quisiera agarrarla?, explicó un jefe policial.
No obstante, los oficiales recuperaron los estupefacientes y pusieron a la serpiente al cuidado de organismos de fauna locales. En tanto que los dos sospechosos detenidos quedaron a disposición de la fiscalía especializada en drogas del Departamento Judicial de La Matanza, a cargo del fiscal Marcos Jesús Borghi.
Vale todo
Queda claro que la imaginación de los delincuentes no descansa. Esta vez los agentes se encontraron con un enorme reptil, que vive naturalmente en distintas regiones de Oceanía y África.
Según los especialistas, estos animales pueden llegar a medir hasta 9 metros y son constrictoras, es decir que matan a sus presas por medio de la fuerza, comprimiéndolas.
Una vez más quedó demostrado que para los delincuentes todo vale, incluso si se trata de conseguir una de las serpientes más grandes del planeta, para que haga las veces de un custodio personal de sus pertenencias, aunque se trate de narcotraficantes.