El soldado dispara una y otra vez pero el gatito no se asusta, se acurruca más y solo mueve sus orejas con cada tiro. El soldado no se siente incómodo con el contacto del felino y sigue disparando. Es más, el ronroneo del gato pudo haber relajado al militar mientras practicaba su tiro.
¿Se puede considerar maltrato animal? Mi opinión es que no, a un gato no lo puedes obligar a hacer algo, si no estuviera a gusto se iría de ahí.