Las ratas son roedores y emplean las uñas para multitud de tareas. Es por esto que las tienen algo afiladas, pero para la convivencia como mascotas, puede ser algo incómodo. Así, puedes limarlas o recortarlas con regularidad, comprobándolas cada mes o cada dos meses.
Cortar las uñas no es difícil, si no tenemos en cuenta que la rata, con toda probabilidad, se opondrá, protestará y se retorcerá para tratar de huir de nuestras intenciones. En estos casos en los que el recorte de uñas puede ser peligroso y suponer la amputación de alguno de los dedos del animal durante el forcejeo, existe la alternativa de limar las uñas. Con una lima de manicurista normal podemos mantener el buen estado de las mismas, con menos riesgos físicos y menos estrés para el animal. Si éste no acusa el tratamiento, podemos utilizar un cortauñas normal y recortar un poco la punta cuando sea necesario. Es muy importante evitar la parte rosada visible en el interior de la uña, ya que esto es un vaso sanguíneo y posee terminaciones nerviosas, por lo que podemos producir una hemorragia si accedemos a él. Si esto sucediera, un poco de maicena aplicada en la punta de la uña debería detener un sangrado leve, pero si fuera excesivo, deberemos acudir a un veterinario de urgencia para cortar la hemorragia.
Una jaula grande que les permita mantener una actividad física elevada ayudará a desgastar de manera natural las uñas de nuestras mascotas y podremos espaciar más estos tratamientos de manicura.