El hurón, cada vez más extendido como mascota, es un curioso animal de compañía que siempre sorprende a sus dueños por su capacidad de aprendizaje y por su simpatía.
Aunque se cree que pertenece a los roedores, en realidad se trata de un mustélido. Normalmente es fácil de cuidar, sin embargo, tendrás que tener cuidado con las enfermedades que pueden contraer: toma nota en esta sencilla guía que te presentamos.
1. Prevención: enfermedades víricas de los hurones
Moquillo en hurones
Alta morbilidad y mortalidad de cerca del 100%
Periodo de incubación: 7 - 21 días.
Primeros síntomas: fotofobia, descarga nasal y ocular ligera. Según progresa: fiebre elevada, anorexia, flujo oculonasal purulento profuso, patrón dermatológico de engrosamiento y descamación con exudados que afecta a barbilla y labios pudiendo incluir piel de los dedos y área rectal e inguinal.
Otros signos: alteraciones del SNC, diarrea y depresión intensa.
El curso puede ser de hasta 35 días.
Tratamiento: ante la ineficacia del tratamiento, lo más caritativo es recomendar la eutanasia.
Prevención: vacunación con vacunas atenuadas frente a moquillo canino cultivadas en líneas celulares caninas.
Pauta de vacunación:
- Madre vacunada: primera vacunación de las crías a las 8 semanas. Dos revacunaciones con un intervalo de 21 días.
- Madre sin vacunar: primera vacunación de las crías a las 6 semanas. Revacunar cada 21 días hasta que tengan 14 semanas o Reevacuación anual.
RABIA
Se duda que puedan adquirir la enfermedad de forma natural.
No hay ningún caso registrado de transmisión de rabia de un hurón al hombre.
Vacunar sólo si es indispensable.
GRIPE
Es posible el contagio recíproco con el virus de la gripe humana entre hurones y personas
En animales adultos provoca una enfermedad leve de las vías respiratorias altas.
En crías y adultos debilitados puede ser mortal.
Prevención: las personas infectadas no deben de manejar a las crías o animales debilitados.
Especial cuidado con animales hospitalizados por enfermedades graves.
ENFERMEDAD ALEUTIANA
Enfermedad progresiva producida por un parvovirus que afecta a hurones y visones.
No existe vacuna ni tratamiento eficaz para combatirla.
Alta prevalencia, aunque de los animales infectados pocos desarrollan la enfermedad.
Se contagia por contacto con cualquier líquido corporal, incluyendo la sangre.
Prevención basada en diagnostico serológico precoz para evitar el contacto de los seropositivos con otros individuos, especialmente con los dedicados a la reproducción.
2. Prevención: control de parásitos
PARÁSITOS INTESTINALES
Productos convencionales para gatos, en pasta por su fácil administración y dosificación.
Selamectina en las dosis indicadas para gatos.
Pruebas de flotación para determinar Giardia.
DIROFILARIA IMMITIS
Selamectina en las dosis indicadas para gatos.
PULGAS
Selamectina en las dosis indicadas para gatos.
ÁCAROS AURICULARES
Selamectina en las dosis indicadas para gatos
3. Programa profiláctico o de vacunación
6 – 8 SEMANAS
Vacunación moquillo canino, desparasitación.
9 – 12 SEMANAS
Revacunación moquillo, vacuna de la rabia (sólo si es indispensable), desparasitación.
6 – 8 MESES
Castración / Ovariohiterectomia Profilaxis D. Immitis (en zonas endémicas).
ANUALMENTE
Vacunación moquillo, examen físico.
Imagen hurón sacando la lengua: Tambako the Jaguar / flickr
Imagen hurón marrón: USFWS Mountain Prairie / flickr
Imagen hurón blanco: uvw916a / flickr
Imagen hurón en el campo: Tambako the Jaguar / flickr