Piensa que ésta es una fase de adaptación, tanto para él como para el resto de la familia. Todos debéis prepararos para el inicio de una convivencia que deber ser lo más enriquecedora y agradable posible.
Para el perro, su llegada al que será su nuevo hogar supone una ruptura con todo lo que había vivido durante su corta existencia. Es un cambio brusco de entorno, ya que el pequeño pasa a encontrarse un hábitat completamente distinto en el que ya no está acompañado de su madre y hermanos. Ahora, su nuevo amo deberá encargarse de jugar con él, cuidarle y, lo más importante de todo, educarle.
Preparando la llegada
El momento perfecto para traer un cachorro a casa es cuando éste ha cumplido las ocho semanas de edad, después del destete y justo antes de que empiece a adaptarse al lugar de su nacimiento. Lo ideal es tener ya el nombre pensado para que se vaya acostumbrando desde el principio cuando se le llame. Y recuerda que en la elección de un nombre, son mejores las palabras cortas y con vocales que deberás repetir varias veces para que lo reconozca.Otra de las cosas que debemos cuidar es la ubicación de los productos tóxicos. Siempre deberán estar fuera del alcance del perro los detergentes, lejía, desinfectantes, insecticidas, etc. No se deben dejar nunca por el suelo objetos cortantes o punzantes como clavos, grapas, chinchetas, alfileres, latas, tijeras o cuchillos. Hay otros objetos que pueden resultar fatales para nuestra mascota; una simple bolsa de plástico podría causarle la muerte por asfixia. Por último, los cables que puedan estar a su alcance se deben retirar o cubrir.
Si tenemos plantas en casa, hay que saber que algunas especies, tanto de interior como exteriores, pueden ser venenosas. El filodentro, la hiedra inglesa, la diefenbachia y el caladium son algunas de las especies tóxicas de interior. Por otro lado, en el jardín hay que evitar las adelfas, que también son perjudiciales.
Qué comprar
He aquí una lista de los que podríamos recomendar como esenciales:- Para dormir: lo ideal es una cama canina, pero una manta en una caja es suficiente.
- Para pasear: el collar conviene que sea de nylon y que permita su regulación ante los cambios de tamaño en los primeros meses. No olvides la chapa de identificación. La correa debería ser extensible de por lo menos tres metros para darle libertad.
- Para comer: es conveniente contar con dos platos uno para comer y otro para beber, lo ideal es que sean pesados y poco profundos. Para los animales de orejas largas conviene que su diseño sea acorde a esta característica. No olvides alimentarlo a intervalos regulares y asegurarte que siempre disponga de agua.
- Para todos los días: no sólo por belleza sino para el buen estado de salud del manto favoreciendo la circulación sanguínea, es necesario contar con un cepillo o peine cuyas características dependerán del tipo de pelo. Consulta a tu veterinario o peluquero canino para que te aconseje mejor.
- Para jugar: los juguetes son muy útiles para el aprendizaje y para evitar que necesite de tus cosas para jugar con ellas. No deben hacerles daño en los dientes y no deben tener piezas que el animal pueda llegar a tragar.
Sus primeros días en casa
En los primeros momentos de la esperada llegada, será cuando más atención y cuidados debamos procesar a nuestro nuevo compañero. Cuando un cachorrito es adoptado, atraviesa la denominada situación de 'estrés de adaptación'. Si durante este periodo el perro se siente abrigado y respaldado por nosotros, su desarrollo emocional estará exento de traumas y será perfectamente normal.Es muy importante mostrarle al cachorro su propio espacio vital dentro de su nueva casa. Él debe conocer cuál será el sitio que le han destinado para dormir o cuáles son lo ruidos típicos de la vivienda. Es necesario que la 'presentación' con el resto de los habitantes con los que coexistirá no sea forzada, de esta forma el cachorro no se sentirá intimidado. El primer encuentro debe ser, por tanto, afable y sin sobresaltos. En todo momento deberemos mimar mucho al animal, acariciándole constantemente y hablándole con suavidad.
Nuestro nuevo compañero deberá inspeccionar cada uno de los rincones de su nueva casa y, así, en lo días siguientes a su llegada, la adaptación se irá produciendo de manera paulatina y normal. No debemos preocuparnos si durante las primeras noches el cachorro aúlla y llora llamando a su madre y hermanos, ya que esto es totalmente normal y forma parte del ciclo de adaptación. Lo peor que podemos hacer en estos casos es acudir a su llamada y dejarlo dormir en nuestra cama pues, en este caso, será muy complicado y traumático volver a obligarle a dormir donde le digamos.
Un truco para evitar los llantos nocturnos es situar cerca de su cama un reloj, ya que el sonido de éste le recordará el latido del corazón de su madre. También hay quien colocar una botella con agua tibia debajo de la manta en la que descansa para que pueda acurrucarse junto a ella. Esta última táctica es una manera eficaz de sustituir el calor corporal de la madre. Aún así, lo más recomendable es llevar a casa al cachorro por la mañana, para que tenga tiempo de hacerse al nuevo ambiente antes de que llegue la noche. De esta manera es probable que consigamos que la primera noche sea más agradable para todos.
Cuidados básicos
La dieta debe ser la misma que el animal venía siguiendo, si no podemos producirle algunos problemas a su delicado aparato digestivo. Cualquier cambio alimenticio deberá producirse progresivamente evitando cualquier desorden digestivo.La visita al veterinario también se deberá producir cuanto antes. Si hemos comprado nuestro cachorro en un criadero, lo más seguro es que ya haya sido desparasitado e incluso le hayan puesto alguna de las primeras vacunas. Su veterinario deberá poner al día las fechas de vacunación del cachorrito y hacerle una primera inspección para ratificar su buen estado de salud.
En definitiva, siguiendo estas recomendaciones los primeros días de integración serán más gratos para todos. Con el tiempo, nuestro nuevo compañero será el más fiel y leal de nuestros amigos y nos devolverá con creces todo lo que hemos hecho por él desde su llegada.