El Golden Retriever es un perro muy inteligente y necesitado en nuestra sociedad porque su labor como mascota va más allá de lo cotidiano. Además de aportar compañía, facilita las tareas diarias a miles de incapacitados, bien sean invidentes o inválidos físicos.
Gracias a su asombroso carácter se ha convertido en el protagonista de muchas vidas marcadas por la soledad.
La bondad que transmiten sus ojos comunica la urgencia de sentirse querido y acompañado, comprometiéndose al mismo tiempo a corresponder con su amor incondicional. Sus impresionantes cualidades no pasan desapercibidas ante los ojos de ningún amante de los animales.
Había una vez un circo
El escenario circense se convierte en protagonista cuando nos remontamos al origen de esta raza. Se señala a Rusia como punto de emanación del Golden Retriever, donde estos perros eran utilizados como atracción debido a su docilidad para realizar diferentes números. A raíz de sus giras por Reino Unido fueron adquiridos por un lord inglés para su cría y adiestramiento. Es en este momento cuando se empiezan a admirar sus cualidades.
Se trata de uno de los canes más modernos, ya que únicamente tenemos que retroceder al siglo pasado para ver el nacimiento de este precioso animal. La primera fecha que recoge su existencia es 1903, momento en el que los primeros ejemplares fueron registrados en una asociación inglesa llamada Kennel Club. Hasta 1911 no se les considera como una raza determinada, adjudicándoles la denominación Golden por el color dorado de su manto.
Un físico asombroso
Las cualidades de nuestro simpático compañero son muchas y muy importantes. Se le considera muy completo en lo que a su constitución se refiere. Es muy trabajador, ágil y posee unas extremidades fuertes. Su osamenta es equilibrada en todo su cuerpo, lo que le dota de una buena movilidad. Su cabeza se caracteriza por ser de tamaño medio y su trufa, por tener un intenso color negro. Hay que prestar atención a sus oídos, porque al tener las orejas caídas es propenso a que se le incrusten ramas u ortigas en el interior, pudiéndole provocar graves infecciones.
Existen dos tipos de pelaje: liso y ondulado. No se concibe el Golden Retriever en otro color que no sea oro o crema; únicamente se permite la presencia de algunos mechones blancos en el lomo. Los movimientos de esta raza son muy enérgicos, dando sensación de una gran ligereza, aunque el peso de su cuerpo oscila entre 29 y 31 Kg. en los machos y entre 25 a 29 Kg. en las hembras. Se aconseja cuidar la talla de este animal, ya que es proclive a la displasia de cadera y a la obesidad.
Su abundante pelo requiere un buen cepillado semanal con unas cardas duras especiales para este tipo de manto. Si tu amigo es propenso a los nudos, es aconsejable aplicarle un champú especial para pelo largo además de crema suavizante, porque esta raza tiende a perder pelo. Por otro lado, las uñas de los Golden Retriever deben cortarse regularmente con un cortaúñas especial o bien, acudiendo a un veterinario.
Cariñoso cien por cien
No hay más que mirarle a los ojos para comprender que se trata de un fiel y bondadoso compañero. En su universo no existe la agresividad como forma de expresión: esta raza es incapaz de alterarse ante ningún animal ni ser humano. Necesita afecto a todas horas del día y no soporta la soledad. Realiza un excelente trabajo como lazarillo, como acompañante de enfermos y ancianos y como ayudante de discapacitados. Pero su entrega va más allá porque, al ser un perro muy paciente, se convierte en el perfecto aliado de los niños. Además, su rebosante ternura hará que no te preocupes lo más mínimo por la integridad de tus hijos, puesto que los protegerá en todo momento.
Una de las aficiones del Golden es nadar. Zambullirse en el agua le produce una agradable sensación de libertad y al mismo tiempo, fortalece su musculatura. No es muy propenso a ladrar pero eso no significa que no esté alerta en las situaciones extrañas. Únicamente puede emitir algún ladrido cuando detecta alguna anormalidad o está aburrido.
Si te decides a tener un Golden Retriever como mascota, recuerda que se trata de un ser muy cariñoso, amigable y bonachón, encantado de acompañarte allá donde vayas y de convivir con niños. La fidelidad hacia su amo le convierte en un gran animal de compañía.