Un golpe de calor es uno de los problemas más comunes que puede sufrir cualquier mascota cuando estamos en verano con altas temperaturas. El golpe de calor o la hipertermia es un aumento patológico de la temperatura corporal. Cuando la temperatura de tu gato se eleva puede sufrir daños de gravedad variable, pero que en el peor de los casos puede acabar con la vida de tu gato.
Cómo se produce un golpe de calor y factores desencadenantes
Este tipo de problema se da especialmente en verano cuando las temperaturas son elevadas y cuando hay un alto nivel de humedad.
Los gatos son muy sensibles al calor, mucho más que las personas. Aunque los felinos tienen sus propios mecanismos para mantener su temperatura corporal saludable, como es el hecho de lamerse. A diferencia de los humanos, los gatos no sudan y es mucho más difícil para tu pequeño soportar los cambios de temperatura bruscos.
Cuando hay casos de extrema calor, tu felino puede agotar sus reservas de sales minerales y azúcar lo que puede llegar a causar un colapso interno que si es muy fuerte puede provocar la muerte de tu gato en pocos minutos. Esta situación se puede ver empeorada si tu gato no tiene lugares con sombra, sin agua, con superficies que retengan mucho el calor, con poca ventilación y espacios reducidos. Por eso no está de más recordar que nunca y repito nunca, dejes a tu gato en un espacio pequeño y con poca o ninguna ventilación, porque podría ser mortal. Ocurren muchos casos de animales que se quedan encerrados en coches, transportines, balcones o habitaciones cerradas… Ni se te ocurra dejar a tu mascota en ningún espacio así, expuesto al calor extremo.
Factores que predisponen a un golpe de calor
Todos los gatos pueden padecer un golpe de calor, pero hay algunas características que pueden aumentar el riesgo de que tu gato sufra hipertermia. La edad es uno de los factores que más influyen, por ejemplo los gatos cachorros y los mayores tienen más predisposición a sufrir un golpe de calor. Otro factor que puede ser determinante es la salud de tu gato. Si está debilitado por algún tipo de insuficiencia cardíaca o respiratoria, si sufre de mucho estrés….son condicionantes que pueden desencadenar este tipo de episodios. Otro factor que puede ser influyente es el nivel de actividad física de tu gato.
Si tu amigo peludo es muy activo, la probabilidad de que su temperatura corporal aumente es mayor. También hay que recalcar que los gatos como los persas tienen más posibilidades de sufrir golpes de calor por su morro chato. El color del pelaje del gato también influye, por ejemplo los gatos de color negro tienen más propensión a sufrir hipertermia porque retienen mucho más el calor. Y un último factor importante es el peso de tu felino si sobre todo tu gato sufre obesidad.
Síntomas de un golpe de calor y qué hacer
Te contamos cuáles son los síntomas para detectar si tu gato está sufriendo un episodio de hipertermia. Muchas veces puede presentar uno o varios síntomas, pero lo más recomendable es que si percibes alguno de ellos tomes precauciones.
Si notas que tu gato está más perezoso de lo habitual y con nada de ganas de hacer el más mínimo movimiento. Es una actitud de total apatía, también conocida como astenia.
Si ves que tu gato vomita o sufre algún tipo de temblor muscular.
Si percibes que la respiración está entrecortada, rápida o simplemente le cuesta respirar.
Si notas que el ritmo cardíaco de tu gato se acelera.
Si ves que han cambiado a un color azulado las mucosas de las encías.
Si aparecen petequias o manchas de sangre en la piel.
Si el color de la piel cambia a un tono azul, puede ser por la falta de oxígeno en la sangre.
Lo más recomendable es llevar al gato al veterinario inmediatamente, pero si nos encontramos solos antes este problema hay que actuar con extrema rapidez.
Cómo proceder ante un golpe de calor
Para evitar que la temperatura corporal siga en aumento hay que llevar al gato a una zona fresca. Hay que aplicar frío en las zonas más sensibles del gato, como es la cabeza, las ingles, el cuello y las axilas. Coge algunas toallas húmedas frescas y moja con cuidado todas esas partes para que se refresque la sangre que va al cerebro, baje la respiración y se eviten los posibles daños cerebrales. Con la toalla no lo cubras, porque puedes provocar que el calor suba. Solo debes aplicar un poco de frescura sobre esas zonas.
Lleva al gato al grifo más cercano, para humedecer su boca despacio. El agua no debe ser demasiado fría ni muy potente. Porque podrías correr el riesgo de ahogarlo o dañar su cerebro. En este punto no debes obligarle a beber, solo moja con tus manos su boca y su lengua. No le fuerces a beber porque puede que tenga problemas para tragar y podría ahogarse.
Cuando notes que su respiración y ritmo cardíaco se ha normalizado retira a tu gato del chorro de agua. Ahora es un buen momento para coger una toalla húmeda y colocar a tu gato sobre ella para mantener la temperatura alcanzada.
Si es preciso acelerar la bajada de su temperatura podemos usar cubitos de hielo en las zonas sensibles o colocar un ventilador cercano.
Cuando has conseguido estabilizar su temperatura corporal es momento de llevarlo al veterinario para que revise que tu felino está bien y no ha sufrido ninguna secuela tras el golpe de calor.
Cómo evitar un golpe de calor
La prevención es la mejor forma de evitar este tipo de disgustos. Siendo responsable y prudente nuestro gato no tiene por qué sufrir este tipo de problema. Para evitar que tu gato padezca un golpe de calor lo mejor es seguir ciertas pautas que reducirán el riesgo.
Deja siempre a libre disposición de tu gato agua limpia y fresca. Si tienes agua en cuencos debes cambiar el agua a diario y siempre lava bien su recipiente para que no haya nada de suciedad ni cuerpos extraños. Procura además poner varios puntos de agua en casa especialmente en las zonas dónde pasa más tiempo. Puedes ponerle agua fresca aunque aguantará poco, y de vez en cuando colocar algún hielo dentro. A mi gato le encanta y de hecho es un juego muy recurrente. Si puedes también te recomiendo que tengas alguna fuente de agua porque lograrás que tu gato beba más agua y de mejor calidad. Hay muchas opciones y de muchos precios, espero que esta comparativa sobre fuentes de agua de nuestra compañera de Mimiga Feline designs os ayude.
Un consejo básico y que me gustaría no tener que recordarlo es que no puedes dejar a tu gato o cualquier otra mascota encerrada en espacios pequeños y con escasa o ninguna ventilación. Coches, habitaciones pequeñas, bolsos, transportines….Es una terrible condena a muerte.
No dejes que tu gato pase mucho tiempo al sol especialmente en verano. Sabemos que a los gatos les encanta el aire libre y el sol, pero con tanto calor hay que evitar que estén muy expuestos al sol.
No es recomendable que realice mucha actividad física en las horas de más calor. Es un riesgo muy grande, así que aunque tu gato sea muy juguetón procura dejar las jornadas de diversión extrema para la noche o cuando haya una temperatura más agradable.
Si tu gato tiene posibilidad de salir al exterior, ante todo debe tener una zona segura y con sombra donde pueda descansar. Deja en ese sitio también agua porque puede que sienta la necesidad de beber tras su paseo o sesión de actividad en la terraza.
También es recomendable que tu gato coma a primera o última hora del día más que nada para evitar las digestiones en los momentos de más calor.
Y si tu gato tiene sobrepeso, te recomiendo que acudas al veterinario para que estime sus necesidades y le planifique una dieta más equilibrada para mantenerlo sano e igualmente fuerte.
Tener una mascota es una gran responsabilidad, su vida está en tus manos. Así que por favor, cuida a este pequeño ser porque sólo te tiene a ti. Porque tu gato es tu familia y merece la misma atención y cuidados. Luchemos entre todos por una tenencia responsable.
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Imagen destacada: addingwater
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