Orígenes de la raza
El Bernés de la Montaña, también conocido como Boyero de Berna o Perro de Montaña Bernés, se cree que sus ancestros llegaron a Suiza hace más de 2000 años traídos por los romanos durante la invasión.
En un principio, esta raza fue utilizada como perro guardián y de pastoreo en las granjas, ya que protegían y conducían grandes rebaños de la zona. De allí proviene su nombre, pues la palabra boyero hace referencia al manejo y conducción de cualquier tipo de ganado.
Esta raza vivió un época crítica en la que estuvo a punto de desaparecer a finales del siglo XIX, debido a la influencia de razas extranjeras en Europa.
Por suerte se logró salvar, gracias al esfuerzo de Franz Schertenleib que en 1892 buscó los pocos ejemplares que quedaban por toda la región, y con la ayuda de otras personas, logró criar a estos perros. Años más tarde, el Bernés de la Montaña llego a Estados Unidos y Gran Bretaña popularizándose rápidamente.
Características únicas
El Bernés de la Montaña tiene una belleza innata, es considerada como una raza de perro grande, ya que alcanzan una altura aproximada de entre los 64 cm. y 70 cm. Sus patas son muy largas y pesadas y su complexión es larga y fornida.
Su cabeza es grande y tosca pero con gran proporción con el resto del cuerpo. El hocico es pronunciado y delgado y tiene la nariz negra. Los ojos son cafés y con forma almendrada. Las orejas son medianas, con forma triangular y con el extremo un poco redondeado. El cuerpo del Bernés de la Montaña es poco más largo que alto y su pecho es ancho, profundo y largo. Tiene una cola muy larga y tupida que cuelga en reposo.
Sin duda su pelaje es su característica más peculiar, ya que es largo, brillante y lacio en ocasiones poco ondulado. El color de base es negro y presenta marcas de color marrón rojizo y blancas en todo el cuerpo.
Suelen pesar entre los 50 kg. y 90 kg., según su edad y su promedio de vida es de ocho a diez años.
Carácter especial
El Bernés de la Montaña es un excelente perro familiar, requiere de un estilo de vida activo para que pueda desarrollar todas sus capacidades, tanto físicas como mentales. Pero, a su vez, es un perro tranquilo, independiente, seguro y pacífico.
Son perros muy sociables, ya que les gusta conocer gente y puede relacionarse perfectamente con otros animales. Son perros ideales para los niños por su carácter juguetón y tranquilo.
El adiestramiento resulta fácil con esta raza en particular y pueden aprender muchas cosas muy rápido, porque son muy inteligentes. Para su educación y estimulación se recomiendan juegos de inteligencia y actividades físicas.
Por ser una raza sumamente inteligente, desempeñan muy bien los trabajos de búsqueda y rescate, y en los últimos años se ha utilizado como apoyo en terapias para adultos y niños. Como único punto negativo, son perros muy destructivos les gusta morder todo, por lo que será conveniente mantenerlos activos y bien ejercitados durante el día para distraerlos y gastar sus energías.
Antes de elegir a esta raza debes de tener en cuenta todos los puntos mencionados, ya que por su gran tamaño requieren de un espacio amplio para sentirse libres y sobre todo tener en cuenta sus cuidados que son algo extensos. Sin duda alguna, el Boyero de Berna es un perro con grandes peculiaridades, e ideal para brindar compañía, que por su buen carácter y comportamiento lo han llevado a ser uno de los preferidos de las familias en todo el mundo.
En próximos posts hablaremos de su salud y cuidados, así como su adecuada alimentación.