Fisicamente vemos que las tortugas más grandes de esta especie alcanzan los 30 centímetros y, excepcionalmente, algunas hasta 40. No obstante no pasan normalmente de los 20 centímetros. Los machos y hembras son diferentes físicamente entre sí, siendo normalmente las hembras de mayor tamaño que los machos, los machos con uñas más largas y con la cola más gruesa y robusta. Las tortuga de orejas rojas suelen vivir entre los 20 y los 30 años en cautiverio.
Acuario
Si vas a comprarte una tortuga de orejas rojas deberás tener en cuenta el tamaño que pueden alcanzar estas criaturas, por lo que quizás prefieras empezar con un acuario muy grande. Además deberás de procurar que la temperatura del aire que reciba la tortuga sea de entorno a unos 24º y a ser posible que la ubiques cerca del sol, dado que al ser animales de sangre fría no es extraño verlas tomar el sol después de un baño unas encimas de otras.
También puedes colocar una bombilla de unos 75 vatios con un reflector apuntando a una zona alta del acuario, procurando que no de en el agua ni directamente sobre la tortuga.
El agua ha de mantenerse entre 24 y 30 grados Celsius.
Alimentación
Las tortugas de orejas rojas suelen ser carnívoras al principio y luego volverse más omnívoras al crecer. Deben tener una dieta equilibrada, ingerir proteínas de carne y comer verduras frescas. De jóvenes se han de alimentar todos los días, a ser posible en un pequeño tanque aparte para evitar tanta suciedad en su acuario principal, a las adultas se las puede alimentar cada dos días.
Enfermedades comunes
Las tortugas frecuentan tener problemas en su caparazón, como el ablandamiento por falta de calcio o de luz que fije el calcio, se han de usar calcio preparado para estas y encargarse de que tengan esa zona donde puedan tomar el sol o la luz. También puede verse decolorado, lo cual indicaría una falta de vitamina A o que el agua tuviera cloro.
En los ojos puede haber también problemas, por eso conviene ver si tu tortuga tiene los ojos con infección a menudo o si no los abre mucho, en ese caso puede deberse al agua sucia, por lo que haría falta limpiar el estanque más a menudo, o por falta de vitamina A.
Puede ser que los problemas sean respiratorios, los detectaremos por poco apetito, mucosidades, porque empiecen a respirar por la boca, nade de lado o inclinada. En este caso se la debe separar del resto de tortugas para evitar contagios y mantenerlas a una temperatura de unos 25º. Si en un par de días no mejora acude al veterinario.
Para evitar las enfermedades digestivas solo se ha controlar la alimentación, que sea equilibrada, tenga los nutrientes necesarios y que no sea excesiva ni deficiente (esto se aprende con la práctica). Sino puede sufrir las enfermedades típicas como diarreas, etc.