Tomado de Igualdad Animal.org
Hoy se han hecho públicos los detalles de una investigación encubierta en un centro de experimentación animal autorizado por el gobierno británico donde los cachorros de tan sólo cuatro semanas eran separados de sus madres y matados como parte del experimento.
Las sobrecogedoras fotografías y secuencias de vídeo que muestran a los cachorros en pánico mientras se les inyecta con agujas antes de ser diseccionados, han sido tomadas por una investigadora encubierta que trabajó en el centro durante ocho meses, hasta diciembre del año pasado.
La investigadora, una graduada de la universidad de ciencia animal, también estaba trabajando con la Unión Británica para la Abolición de la Vivisección (BUAV) durante todo ese tiempo.
La BUAV cree que es necesario que la opinión pública conozca lo que sucede en estos lugares para fomentar el debate sobre la experimentación con animales.
El centro, que se encuentra en Cambridgeshire, es propiedad del gigante farmacéutico de Estados Unidos Merck, Sharp & Dohme (MSD). MSD ha afirmado que no se vulnera ninguna ley y que se adhieren a todas las normas . Sin embargo, BUAV ha solicitado una investigación por las evidencias de irregularidades que han sido recopiladas por su investigadora encubierta.
El ministro del Interior Norman Baker, indicó que su departamento ha llevado a cabo inspecciones no anunciadas en el centro durante el año pasado y ahora está exigiendo un informe completo en sus conclusiones.
La investigadora filmó cómo cachorros felices y juguetones, eran separados de sus madres y aullaban de pánico mientras les inyectaban grandes agujas en sus venas.
Las madres, que estaban completamente sanas, también eran matadas, sin que hubiera ningún intento por parte del centro de encontrarles un hogar. Mientras estaba allí, documentó cómo mataron a 92 cachorros beagle, 10 madres beagles, al menos 15 gatos y un número desconocido de conejos, terneros y pollos.
El centro también utiliza gatos y conejos jóvenes, pollos y terneros. Los animales se utilizan en las pruebas de vacunas veterinarias para enfermedades como la tos de las perreras, parvovirus y calicivirus felino.
La BUAV reclama el uso de enfoques alternativos, por ejemplo haciendo más uso del análisis de las bacterias de células, y esperan que esta investigación genere un debate público en ese sentido.
Fuente: The Sunday Express