Artículo de Juan Luis Vivas, tomado de La verdad.es
Fina Córdoba en su refugio, rodeada de algunos de los 61 perros que cobija en el
mismo. / J. L. Vivas
Molina de Segura.- El amor que profesa Fina Córdoba a los animales está reñido con algunas normas que le impiden dar cobijo a las decenas de perros que, desde hace dos años, acoge en la finca que junto a su marido posee en la zona de La Hornera, en la pedanía de El Romeral. También está reñida, al parecer, con «la mala fe de terceras personas que, bajo acusaciones insidiosas e interesadas en redes sociales, han puesto en tela de juicio el cuidado que ofrece a sus mascotas», según algunos de sus colaboradores.
A pesar de la altruista labor de esta mujer al frente de la asociación protectora de animales "Por un mundo ideal", la Dirección General de Ganadería y Pesca le ha comunicado que debe dejar su finca sin animales, porque la actividad que desarrolla no es compatible con la calificación urbanística del suelo -urbanizable no sectorizado- donde está la finca. A pocos metros de sus instalaciones, existe otra finca privada que también acoge animales y no tiene orden de desalojo al disponer de licencia de apertura, según confirma el concejal de Sanidad, José Antonio Carbonell.
Una agresión y un robo todavía pendientes de juicio
El edil sostiene que el Ayuntamiento «no tiene nada en contra de esta mujer, pero sí le hemos dicho muchas veces que tiene que dar unos pasos para legalizar la situación», aludiendo a reuniones en las que también ha estado presente la concejal de Urbanismo, Consuelo Rosauro. Entre otras cosas, le han pedido que se desprenda de casi todos los perros, quedándose solo con cinco, «que es lo que marca la norma». Así se lo comunicaron hace meses, según Carbonell, y lejos de reducir el número de animales, la cifra se disparó a más de 300 perros acogidos. Ante la presión de Ayuntamiento y Comunidad, la asociación consiguió dar en adopción en un mes a más de doscientos canes. A fecha de hoy, el número se ha reducido a 61 perros en sus instalaciones.
El incremento del número de animales vino motivado, en parte, porque estuvo «alentado por el Ayuntamiento», según Izquierda Unida-Verdes. La coalición aduce que el Consistorio «vio positiva la existencia de la protectora como alternativa al Centro Zoosanitario». Además, la finca de "Por un mundo ideal" tiene una superficie de más de 12.000 metros cuadrados, casi diez veces más que el centro municipal, que apenas cuenta con unos 1.000 metros cuadrados y está saturado.
En la exposición de motivos de su iniciativa, IU-Verdes asegura que la asociación de Fina inició los trámites para ser declarada de interés público y, al mismo tiempo, para construir un núcleo zoológico, donde instalar chelines para mejorar las condiciones de los animales.
Fina y su marido han recurrido a un préstamo de 45.000 euros para iniciar las obras que, ahora, se han paralizado tras recibir la notificación de la Comunidad Autónoma. «Ahora parece que nuestro Ayuntamiento no sabía nada de lo que allí ocurría», indica la moción de la coalición.
La solución pasaría por cambiar el uso del suelo de las instalaciones, o bien por una declaración de interés público de la actividad. Los dos concejales de Izquierda Unida, Antonio López y Francisco Vicente, aseguran que la asociación ha presentado documentación al Ayuntamiento para solucionarlo, pero «el Ayuntamiento, al parecer, la ha dejado aparcada».