Artículo de Mari Carmen Jaime, tomado de Diario Sur.es
La situación del refugio se ha dado a conocer por redes sociales.
La situación en la que se encuentra la protectora de animales ?Refugio de Kim´s Animal Rescue? refleja la dicotomía que padecen iniciativas sociales a las que la crisis ha logrado sobrepasar. Las instalaciones, ubicadas en el diseminado rural mijeño La Atalaya Macorra, acogen más del triple de ejemplares de perros y gatos de los inicialmente autorizados, y la falta de recursos económicos impide la normalización de un entorno que, según los expedientes abiertos por la Policía Local, suponen actualmente un problema de «salubridad, urbanístico e incluso de riesgo de incendio».
Desde el departamento de Infravivienda, formado por técnicos de Urbanismo, Sanidad, Servicios Sociales y agentes policiales, comentan a SUR que «varias denuncias, incluso de voluntarios de este centro, iniciaron la investigación hace meses». Como ocurre ante este tipo de alertas, una patrulla comprobó el estado de la parcela «de 10.000 metros cuadrados, sin servicios de luz ni agua». El Ayuntamiento tiene constancia ?y el propio perfil de Facebook de la plataforma reconoce? de la presencia de casi un centenar de canes y otros tantos gatos «pese a que el permiso de parque zoosanitario que tiene la propietaria ?que data de mediados de los noventa? autoriza la actividad para no más de una treintena de mascotas». Las investigaciones hasta el momento desvelan que «buena parte de los animales carece de microchip, control sanitario suficiente e incluso, residen hacinados en unos habitáculos que no cubre sus necesidades».
Acumulación de restos
El problema no queda ahí. Otros expedientes abiertos por Urbanismo alertan de «la acumulación de restos vegetales, vehículos en mal estado de conservación, chatarra y otros elementos que derivan en problemas de insalubridad y alto riesgo de incendio, más en una finca ubicada en un sector de interfase ?parcelas rurales que limitan con la sierra?». En otro orden de cosas, Policía Local ha comprobado que la propietaria y otras personas tienen fijada la residencia en esta finca, «que no cuenta con la licencia que permite su uso como vivienda».
Los responsables de este departamento municipal resaltan que «los informes se han hecho llegar a la delegación de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, organismo que también ha abierto el oportuno procedicimiento para revisar la autorización, ya que no se ajusta a las condiciones por las que actualmente padece el refugio». Por otro lado, explican que, «ni la administración local ni la autonómica han iniciado las gestiones con intención de sancionar a la propietaria, el objetivo fundamental es regularizar la actividad de la plataforma y devolver el orden urbanístico al solar». Al respecto, explican que técnicos de diversos departamentos han visitado las dependencias, para aconsejar a la propiedad sobre las medidas que tiene que asumir para legalizar el espacio; «de momento, la responsable no ha acometido las principales tareas de adaptación que le corresponde», explican.
Este periódico ha intentado ponerse en contacto con la responsable de las instalaciones en varias ocasiones, sin éxito. El perfil que el refugio tiene en redes sociales explica en sus publicaciones que «actualmente tenemos más de 300 animales y necesitamos ayuda». Desde que se diese a conocer la situación que padecen, han recibido diversas aportaciones desinteresadas, empleadas para adquirir alimentos y otros útiles con los que mantener a los animales, a quienes también tratan de buscar un hogar.