La ansiedad por separación se puede reducir considerablemente siguiendo 5 pautas muy sencillas que te voy a detallar a continuación y que puedes aplicar ya mismo en casa con tu perro:
Un paseo matutino de alta intensidad. Es una de las claves más importantes para reducir la ansiedad por separación y el aburrimiento en casa. El perro ha estado toda la noche durmiendo y se levanta con una energía imparable. Si esa energía no se agota la va a a quemar a través de conductas inadecuadas. De lo contrario, si te levantas media horita antes, te pones tus deportivas y te vas con tu perro a dar un buen paseo, la cosa cambia. Ojo con la raza o cruce de razas de tu perro. Si tienes un perro con energía alta, no vale un paseo a marcha animada, le vale con una buena carrera o acompañarte incluso en bici. Si tienes un perro de energía media o baja, un paseo de media hora a buen ritmo ya vale. ¿Llueve y no puedes salir a la calle? Dentro de casa también puedes realizar ejercicio aunque sea a base de juegos: tírale la pelota, juega al tira y afloja con una cuerda, ¡lo que se te ocurra! Pero agota a tu perro. De esta forma, el resto de la mañana se quedará la mar de relajado, ¡necesitará volver a cargar pilas!
Juegos de interacción en casa. Jamás te vayas de casa sin dejarle nada con lo que poder entretenerse. Déjale tres juguetes y vigila que esos tres juguetes no los tenga al alcance cuando estés tú en casa, o si no, los aborrecerá. De lo contrario, si te vas y le dejas esos tres juguetes tendrá con lo que entretenerse. Cuando hablo de juguetes interactivos me refiero a juguetes que estimulen su mente: un Kong. un puzzle para perros, una tabla de actividades mentales… Todos estos juguetes los podrás encontrar en tiendas de mascotas.
La música amansa las fieras. Ya sea la radio, la televisión o música clásica… Si tu perro no está en silencio llevará mejor la soledad. Está científicamente comprobado que la música clásica relaja a los perros, por tanto, plantéate esta opción. Otra opción que también funciona muy bien es grabar una conversación vuestra y dejarle la grabación puesta las horas en que tenga que quedarse solo.
Jugar al despiste. Hay ciertas rutinas que encienden todas las alarmas del perro: el ruido de las llaves, cuando te calzas los zapatos o te pones el abrigo. Esa rutina diaria provoca que tu perro empiece a desarrollar ansiedad antes de que te vayas, por eso, juega al despiste. Juega con las llaves cuando estés viendo la televisión, ponte el abrigo aunque te sientas ridículo cuando te pongas a leer un libro, etc. De esta forma, confundiremos la mente de nuestro perro y reduciremos el estrés. ¡Ah! Y de la misma forma, evita coger las llaves, calzarte las botas o coger el abrigo delante de tu perro antes de irte de casa.
Acostúmbralo a estar solo. Tu perro debe aprender a estar solo aunque sea por pequeños periodos de tiempo. Puedes practicar en casa mismo. Si estás en el salón con él, evita que te siga a todos lados. Déjalo en el salón, cierra la puerta y haz lo que tengas que hacer. Al principio lo pasará mal, pero poco a poco entenderá que, aunque cierres la puerta, siempre volverás. Unas veces tardarás 2 minutos, otras 10 y otras 45 minutos, el caso, es que su mente integre que cerrar la puerta no significa el fin del mundo. Y lo más importante: una de las rutinas que todos (o casi todos) los propietarios hacen es despedirse del perro cuando se van y saludar al perro de forma efusiva cuando llegan. Hay que cortar con esto. ¿A que los perros no lo hacen? ¿Tú has visto a dos perros despedirse alguna vez? Pues esto es igual: no digas nada cuando te vayas y cuando vuelvas, salúdale solo cuando esté tranquilo, nunca cuando esté eufórico porque de lo contrario reforzarás la conducta de excitabilidad que queremos evitar.
Sandra Ferrer.
Creadora del Programa de Educación Canino “Cómo Educar a un Cachorro”
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