Es común irnos de casa dejando atrás un perro con mirada suplicante que rasca la puerta. Es aún más común regresar y encontrar abundantes destrozos, como el papel higiénico hecho trizas, los zapatos fuera de lugar, la cama desecha, o peor, ¡todos los muebles mordidos! Orina, astillas, incluso las tripas de un cojín, todo esto se puede encontrar al regresar a casa si no hemos sabido evitar la ansiedad por separación…¿Cómo podemos evitarlo? Fácil. Con un poco de adiestramiento canino y mucha firmeza.
El primer paso para evitar la ansiedad por separación suele ser el más difícil. Oh, bueno, llega a casa un perrito y todos queremos mimarlo y estar a su lado, ¡cómo no! A todas horas lo perseguimos, lo tenemos junto a nosotros, lo acariciamos y le decimos cositas agradables. Por supuesto, a él le encanta, y a nosotros, y si así pudiera ser siempre sería estupendo, pero la realidad es que los seres humanos tenemos vidas fuera, sea para trabajar, sea para salir con los amigos. Cualquiera que sea el motivo, después de un tiempo de haber estado siempre con nuestro perrito pegado a los talones, de pronto lo dejamos solo, literalmente lo abandonamos durante un tiempo que para él es eterno aunque sean sólo cinco minutos. Claro, está acostumbrado a estar siempre contigo, ¿qué tiene que hacer ahora con este cambio que no le gusta?
Así que el primer paso es, nos cueste lo que nos cueste, darle a nuestro perro su espacio, y tener el nuestro propio. Que haya un lugar sólo para él, y otro sólo para nosotros, donde no pueda entrar. Si sabe que no estar contigo no es ningún trauma, si está acostumbrado a permanecer por su cuenta en su casita, o en su cama, o en un cuarto especial para él, tu ausencia no le provocará ansiedad.
¿Cómo puedes conseguir este espacio? Permaneciendo tranquilo (y esto es primordial), sin alterar al perro ni nada, llévalo a un cuarto donde haya algunos juguetes que le gusten, y cierra la puerta contigo fuera. Deben ser periodos de tiempo muy cortos, y debes abrirle cuando NO está rascando ni ladrando. Repite esto varias veces al día, hasta que no le moleste estar allí un rato. Aprenderá a relajarse cuando esté solo, entreteniéndose con sus juguetes. Luego empieza a irte de al casa durante cortos periodos, y ves prolongándolos. Cinco minutos, diez, quince…Así se irá habituando a que tus salidas tardan lo que tardan. Pero, repito, siempre con juguetes a mano, y también agua.
Estar solo en casa debe ser algo positivo para él, no el sufrimiento de la ansiedad por separación. Debe significar un tiempo para estar tranquilo, mascar sus juguetes, dormir. Dale alguno de esos juguetes cuando te vayas, para que se entretenga, pero no le des siempre el mismo, no quieres que lo asocie. Una herramienta muy útil para que se entretenga es un juguete en forma de pelota o de hueso en el que se pueden poner chucherías dentro, de manera que el perro muerde y juega con él para ir sacando las golosinas…Es un entretenimiento que puede durar horas, y mantendrá su mente ocupada.
¿Quieres saber más sobre adiestramiento canino? Haz clic aquí:
http://perro-obediente.com/mis-consejos.html
Marcos Mendoza
--------------
Imagen: Clara Sánchez / facilisimo.com.