Tomado de Nación.com
En los decomisos y las entregas voluntarias, las aves son el
grupo más abundante. Las personas las buscan para tenerlas
como mascotas, este fue el caso de este pájaro bobo.
Foto: Rónald Mora para LN
En total, las autoridades se incautaron de 2.214 especímenes en dos años y medio.
Así lo dieron a conocer Jorge Hernández y Rónald Mora, funcionarios del Área de Conservación de la Cordillera Volcánica Central (ACCVC), luego de analizar los datos provenientes de las oficinas subregionales de San Ramón, Grecia, Alajuela, Heredia, Sarapiquí, San José, Turrialba y Cartago.
"Todavía, el trasiego de animales silvestres es muy alto, el cautiverio sigue siendo mucho, y no solo eso, sino que no hay reposición de especies; es decir, no se devuelven a la naturaleza porque crecen mucho (como los caimanes) o mueren como las loras y los dueños buscan otras para sustituirlas. Estamos ante delitos penados por ley", comentó Mora.
Aves, mamíferos pequeños y reptiles son los grupos de animales que más se decomisan en el país. De hecho, en lo que va del año, fueron confiscadas más de 150 iguanas verdes.
Según Mora, la sospecha es que las iguanas fueron reproducidas ilegalmente, con el fin de venderlas como mascotas.
Asimismo, y según el informe, se incrementaron los decomisos de anfibios (ranas, sapos y salamandras) y peces.
Los periodos de vacaciones y Semana Santa representan los picos de incautación, ya que muchas personas visitan los parques nacionales y se devuelven a la casa con un animal silvestre, para convertirlo en su mascota.
Entregas voluntarias.
Para Mora, el incremento de los controles y una mayor sensibilización de las personas, a raíz de la entrada en vigencia de las reformas a la Ley de Vida Silvestre (Ley N.° 7.317), provocó el aumento de las entregas voluntarias.
Dicha ley prohíbe la tenencia de animales silvestres en cautiverio o en condiciones de mascota. La persona que cometa este delito se expone a pagar una multa de ¢600.000 (unos € 1.035,00) como mínimo.
Sin embargo, los funcionarios de Sinac autorizan la tenencia en casos extraordinarios.
"Hay loras, por ejemplo, que han estado mucho tiempo en las casas y ya no se pueden reinsertar a su ambiente, pero estas deben ser registradas ante las oficinas subregionales del Sinac, para garantizar que su cautiverio tenga las condiciones adecuadas de espacio y alimentación. La idea es que este registro se haga una sola vez, y si este animal muere, no se reemplace", dijo Mora.