Tamarino león dorado, también conocido como tití leoncito.
Una reserva ambiental creada hace cuatro décadas en Brasil para concentrar a los entonces ejemplares supervivientes de tamarino (un género de primates) león dorado ayudó a evitar la total desaparición de una de las especies de mono más amenazadas de extinción en el mundo.
La iniciativa ayudó a que el número de monos en la naturaleza del también conocido como tití leoncito saltara desde 200 ejemplares en la década de los 80 del pasado siglo hasta unos 3.200 actuales, dijeron a Efe los responsables por la organización no gubernamental Asociación Mico León Dorado (AMLD), bautizada con el nombre de la especie en Brasil y que hoy coordina los esfuerzos por su preservación.
El proyecto, visitado por la agencia de noticias Efe, se extiende por ocho municipios del interior del estado de Río de Janeiro, al sudeste del Brasil.
Pese a los esfuerzos de la Asociación, creada para permitir la preservación de la especie en el Bosque Atlántico, el ecosistema del que el mono es endémico, el peligro de extinción aún ronda a este animal, que se caracteriza por su pelaje rojo y dorado, es uno de los símbolos de Brasil e ilustra los billetes de veinte reales.
Contracorriente
El trabajo de la AMLD comenzó en la década de 1970 con estudios sobre la especie entonces al borde de la extinción, explicó el geógrafo Luiz Paulo Ferraz, secretario ejecutivo de la Asociación.
La suerte del tamarino león dorado comenzó a cambiar en 1974 con la creación de la Reserva Biológica del Pozo de las Antas, la primera reserva de su tipo en el país y un marco histórico para la preservación de la fauna en el país. Los diferentes esfuerzos para garantizar la supervivencia del mono desembocaron en la creación de la AMLD en 1992.
El trabajo involucra a un equipo multidisciplinario que actúa en varios frentes. "Tenemos un equipo que trabaja con educación ambiental y capacitación de profesores, otro en la recuperación de áreas boscosas, otro con capacitación de pequeños productores de la región para que ayuden a la conservación con el plantío de especies, entro otros", relató Ferraz.
El grupo incluye a 20 militantes que trabaja con una red de investigadores y de entidades que ofrece apoyo desde que fue iniciado el proceso de reintroducción del animal a la reserva.