A lo largo de los artículo que hemos redactado en esta página de tortuga hemos hablado de aspectos importantes para estos reptiles como lo es la alimentación, crecimiento, reproducción, etc. Hemos diferenciado entre las principales especies de tortugas marinas y tortugas terrestres y, con ello, hemos podido conocer mucho sobre ellas. Ahora nos toca conocer el ciclo de vida de estos animales desde que nacen hasta que mueren.
¿Quieres navegar por el ciclo de vida de las tortugas y aprender todo sobre ellas? Sólo tienes que seguir leyendo.
Generalidades
Las tortugas terrestres se encuentran por lo general en hábitats donde hay agua y tierra. Necesitan de unos baños diarios para poder mantener la humedad en sus cuerpos y evitar ciertas enfermedades. Podemos encontrar incluso algunas tortugas que habitan en los ecosistemas más inhóspitos de la tierra como son los desiertos. También hay tortugas en los ríos, mares y en zonas con un clima frío.
Como pueden ver, hay mucha versatilidad a la hora de vivir y entre todas las especies de tortuga que existen hay multitud de tipos de ciclos de vida. Algunas se adaptan fácilmente y, a lo largo de la evolución, desarrollan algunos órganos o extremidades que le facilitan la supervivencia. No sólo tienen que aprender a sobrevivir en su ecosistema natural, sino que también tener cuidado con el ser humano. Por ejemplo, las tortugas marinas son los reptiles más amenazados por el ser humano de los que viven en el océano. Por ello, se tienen que enfrentar a numerosas amenazas y peligros a lo largo de su vida.
Vamos a analizar el ciclo de vida de cada tipo de tortuga en profundidad.
Ciclo de vida de las tortugas marina
Las tortugas marinas tienen un ciclo de vida bastante curioso porque mezclan ambos ecosistemas, el terrestre y el marino. No sólo viven en los mares y océanos como se piensan, sino que necesitan del ecosistema terrestre para su reproducción. Claro que este tipo de obligación puede hacerles pasar factura por tener que enfrentarse a riesgos más peligrosos.
Para nacer, las tortugas hembra salen a la costa más cercana y excavan un agujero donde se sienten seguras para depositar los huevos. Los huevos tardan una media de 80 días en eclosionar, por lo que durante este tiempo ya se ven amenazadas por diversos factores. Primero la meteorología. Una lluvia o viento fuerte puede provocar el desenterramiento del nido y la exposición ante las condiciones ambientales de los huevos o ante la posibilidad de que un depredador se los coma. Por otro lado, también nos encontramos con el ser humano y su impacto.
Prácticamente quedan pocos lugares costeros en el mundo si urbanizar y eso conlleva a un grave estrés para las tortugas marinas. Otra amenaza es la captura de los huevos para la comercialización debido a su delicioso sabor.
Una vez las tortugas han salido de los huevos se dirigen al mar guiados por la luz de la luna. En este caso, la luz de las urbanizaciones desorienta a estos animales creyendo que es la luz de luna y provoca su pérdida y muerte. Al entrar en el agua hasta que llegan a una zona segura, tienen que nadar ante el peligro de captura y ataque de depredadores.
Crecimiento y desarrollo
Cuando las tortugas marinas son bebés apenas tienen fuerza para defenderse de otros animales o luchar contra las fuertes corrientes marinas. Por ello, deben buscar como comida algo fácil de digerir y capturar. Entre 1 y 10 años de su vida acaban comiendo plancton y pasto marino.
Cuando comienzan a desarrollarse más y llegan a una etapa semi adulta ya pueden migrar hacia las zonas más cercanas a la costa y alimentarse de otras cosas. Esto les supone el riesgo de enfrentarse a depredadores.
Una vez alcanzada la etapa adulta, ya son capaces de aparearse, viajar a diferentes áreas y defenderse perfectamente gracias a su caparazón. La época de reproducción puede darse varias veces al año y luego la pareja se separa para buscar nuevas parejas.
En un hoyo cavado por la hembra pueden caber cerca de 200 huevos. Pero como hemos visto, tan sólo una parte de ellos consigue sobrevivir y llegar hasta la etapa adulta.
Ciclo de vida de las tortugas terrestres
Ahora pasamos al otro tipo de tortugas. Aquí nos encontramos con tortugas como las Galápagos que forman parte de las tortugas gigantes, además de las tortugas domésticas que pueden llegar a vivir mucho tiempo y ser más grandes de lo que son en la naturaleza.
Existen muchas especies de tortugas terrestres y muchas de ellas se alimentan de plantas como pastos, líquenes, hojas y bayas. Son capaces de comer entre 32 y 36 kg de comida al día. Debido a las condiciones ambientales, el agua potable no siempre abunda. Para paliar este problema, la tortuga terrestre se ha desarrollado y adaptado a aguantar periodos de hasta 18 meses sin agua potable. Esto le otorga una gran ventaja en la naturaleza.
Si tienen sed beberán grandes cantidades de agua y las almacenará en la vejiga y su pericardio. La madurez sexual la alcanzan normalmente entre los 20 y 25 años de edad las Galápagos y entre 8 y 15 años las comunes. El momento del apareamiento puede ocurrir sin previo aviso, pero normalmente están entre los meses de febrero y junio. Las hembras viajan kilómetros para poder encontrar la zona más segura donde anidar. Para proteger el nido utilizan sus patas traseras con las que cavan un agujero y colocan los huevos.
Desarrollo de las tortugas terrestres
Debido a que cada nido suele tener unos 20 huevos, son las crías las que son más vulnerables. Pasados unos 8 meses, las crías salen de los huevos y van cavando hasta salir a la superficie. Si logran superar todas las adversidades que se le presentan en la naturaleza, es posible que lleguen a su vejez.
Entre las tortugas terrestres nos encontramos con las especies más longevas, llegando a durar hasta 200 años.
Espero que esta información os haya ayudado para conocer más sobre el ciclo de vida de las tortugas tanto marinas como terrestres.
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