Tomado de El Tiempo.com
Cientos de animales, la mayoría ghigüiros, han llegado a los abrevaderos que se
habían secado. Foto: Gilmar VillamilConsternado con la noticia de la muerte de chigüiros, reses, venados, tortugas y babillas en Paz de Ariporo, Ricardo Murillo, un joven de 23 años que apenas llevaba 15 días fuera del batallón Albán, en Villavicencio, donde prestó el servicio militar, decidió sumarse a los voluntarios que recorren esas sabanas llevándoles agua y alimento a los animales.
Junto con su padre, el veterinario Ricardo Murillo Pacheco, y amigos de la Corporación Kotsala y la Fundación Canaguaro, emprendió el viaje por carretera hasta los primeros hatos que están en emergencia por la sequía.
Con ellos llevaban seis bultos de zanahoria, que les había donado, y que en poco tiempo se esfumaron.
?Quería ver lo que muestran los medios, pero me di cuenta de que la situación es peor, no solo escasea el agua, sino el alimento?, insiste este joven, quien dice que ante el panorama dantesco se sintió impotente.
Ricardo cuenta que en su primer recorrido por carretera encontró 420 ?individuos muertos? en un trayecto de 100 metros y así fue a lo largo de cinco kilómetros. ?Eran chigüiros, 6 o 7 vacas, babillas y tortugas enterradas en el barro?, contó el joven, quien asegura que son muchas las causas de esta tragedia, entre ellas los cultivos, las explotaciones de material de río, las petroleras y hasta la carretera que divide esas sabanas inundables. (Lea también: Colombia, primero en conflictos ecológicos en Latinoamérica)
Pero los Murillo son solo dos de las 264 personas que se movilizan por los secos cauces de caños y esteros recogiendo los cuerpos sin vida de animales y ayudando a verter el agua fresca que 52 carrotanques ?42 de ellos suministrados por Pacific, que además entregó 10 toneladas de concentrado?, transportan desde cerca de la cabecera municipal.
Pero a pesar de la movilización de voluntarios en las veredas de Caño Chiquito, Centro Gaitán y Normandía, el alcalde de Paz de Ariporo, Édgar Bejarano, dijo este martes que lanzaba un SOS al mundo porque ha recibido ?reportes de 30 veredas más donde las lagunas y esteros se están secando?.
?Necesitamos más maquinaria y que venga todo aquel que tenga cómo ayudar?, agregó Bejarano, quien espera para el jueves el apoyo del batallón de ingenieros. La idea, explicó, es verter mucha agua a los caños para que corra aguas abajo.
La sequía, la séptima más intensa en 40 años, ha matado a 20.000 chigüiros, según los campesinos (el Ministerio de Ambiente habla de 6.000), y 4.000 reses, de acuerdo con Fedegán.
Por ahora, los Murillo ya contactaron a 100 veterinarios de la Universidad de los Llanos que irán al Casanare la próxima semana para sumarse a los voluntarios y recolectar muestras de los animales muertos para analizarlas en laboratorios.