Muchas veces hemos llegado de trabajar y encontramos papel de WC regado por todo el suelo, ropa destrozada, los muebles mordidos, arañazos en la puerta y a nuestro perro saltando y ladrando, moviendo la cola como un loco.
Es un caso cada vez más común y que parece imposible de evitar: el perro que se queda solo, nervioso, preocupado, sin saber adónde has ido ni a qué hora volverás, y quiere tenerte a su lado.
Manifestando los primeros síntomas de la ansiedad en los perros.
Pero esos no serán los únicos problemas que tendrás, puede que tengas otros aún más molestos. Ver a tu perro destrozando las cosas cuando tú no estás presente, pero que luego cuando tu estés delante se porte bien no tiene sentido. ¿Qué es lo que no funciona? Lo que pretendo es ayudarte a controlar la ansiedad de tu perro cuando no estás en casa.
Si sigues mis consejos conseguirás que tu perro olvide estos malos hábitos. Nunca encontrarás la cama sin hacer o arañazos en la puerta cuando vuelvas a casa porque tu perro habrá aprendido gracias a estos consejos y estará calmado a pesar de que no estés vigilándolo.
¿Cuál es el secreto? Lo cierto es que es algo muy simple: debes conseguir que tu perro asocie el tiempo que estés ausente como un momento de descanso y relajación, en lugar de algo negativo. Si lo haces, tu querido amigo no volverá a traerte más problemas cuando lo dejes solo.
¿Sabías que muchas veces la conducta destructiva de un perro es signo de que echa de menos a su dueño? ¿Sabes el motivo?
Está comprobado que en muchas ocasiones, nosotros como dueños hacemos que nuestros perros se pongan nerviosos al marcharnos, y nuestras mascotas se estresan, por lo que empiezan a morder y arañar muebles para desahogarse.
Lo principal para controlar esa ansiedad de tu perro cuando tú te vas es evitar que asocie tu ausencia con estar nervioso, y para ello lo mejor es que le enseñes que no es nada malo que esté solo algún tiempo para tranquilizarse.
¿Cómo? Sigue los siguientes pasos. Hay dos cosas que debes tener claras. La primera de ellas es ayudarle a tener una rutina a la que apegarse. Que coma en el mismo horario, sacarlo a pasear a unas horas determinadas, y lo más relevante: que siempre estés ausente las mismas horas. Así tu perro se acostumbrará al nuevo horario.
En segundo lugar, y esto es imprescindible, debes conseguir que haga mucho ejercicio. Sácalo a dar largos paseos y juega mucho con él, pero recuerda que no todos los perros son iguales, y que nadie conoce mejor a tu perro que tú mismo. Haciendo ejercicio tendrá menos energía, por lo que estará menos estresado y no traerá problemas al quedarse solo. ¿Qué quiere decir eso? ¡Menos muebles destrozados! El mejor consejo que puedo darte es que consigas juguetes recargables para tu perro. Los juguetes recargables sirven para guardar golosinas dentro. El perro tendrá que morderlo y jugar hasta que las golosinas salgan, por lo que insistirá cada vez más para conseguirlo.
Es un buen modo para distraer a nuestro perrito. Enséñale a estar con sus juguetes recompensándolo con caricias cuando lo veas jugando, así comprenderá que eso es bueno.
Lo mejor es que no tenga el juguete cerca cuando estés con él y se lo des únicamente al irte. Llévalo a un cuarto donde no haya nada que pueda romper y pásale el juguete. Deja que juegue. Vete durante cinco minutos y luego vuelve. Si al volver ves que está tranquilo dale una recompensa.
Si al repetir el proceso alargando más el tiempo que estás ausente se pone nervioso, no sigas. Poco a poco ves saliendo de casa dejándole sus juguetes recargables a mano. Coge las llaves y sal un rato. Ves alargando tus salidas poco a poco, recompensándolo siempre que esté tranquilo.
Empieza DE INMEDIATO. Establece una rutina que tu perro deba seguir, y evita cualquier tipo de conducta ansiosa cuando no estés presente.
No cabe duda, de que todo perro tiene ciertas malas costumbres que nos gustaría controlar. No se trata solo de la ansiedad, sino también de la agresividad, dominación, el miedo o la desobediencia.
El mejor modo de controlarlos para conseguir que tu perro se vuelva dócil y obediente es darle un buen adiestramiento. Si educas a tu mascota los dos seréis más felices.
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Marcos Mendoza
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