Que llegue un cachorro a casa es una alegría, no obstante, deberíamos dedicar algo de tiempo a la decisión. No solo a si adoptamos o no, también hay que saber qué raza escoger llegado el momento. Hay muchas opciones que barajar y lo más oportuno será lo que mejor se adapte a tu ritmo de vida. Debes informarte de cuestiones tales como su alimentación, necesidades y rutina.
Lo primero que puedes valorar es si alguna raza te da alergia y descartarla. El tiempo del que dispongas para dedicarle también es importante. Si no dispones de demasiado no cojas un cachorro con pelo largo, ni una raza muy activa que necesite mucha actividad física. Los perros necesitan movimiento y una media de dos paseos al día. Si no puedes afrontar esto lo mejor será que te decantes por una raza pequeña.
El espacio es otro condicionante. El tamaño del perro debe ser proporcional a la capacidad que tengas en casa, ¿Puede tener el animal un área cómoda?. La elección entre macho o hembra es muy personal, depende de cada uno. Si el objetivo es la protección, será mejor un macho por el sentido de territorialidad; si hay niños, una hembra en líneas generales será menos agresiva (aunque tienen celo)
Una vez has elegido el animal de compañía que mejor se adapte a tus necesidades y gustos, ¡Disfrútalo! En su primer contacto en el hogar déjale que investigue y huela por todas partes, que duerma siempre que quiera y empieza a enseñarle las nociones básicas de un adiestramiento: que haga sus necesidades en el sitio correcto, etcétera. Será vital en este punto que aprenda a socializarse con personas adultas y niños y otros perros.
¿Qué perro crees que es el que más te conviene?
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Imágenes/Flickr:Basykes, Chris Favero, Tambako the Jaguar y Nicholas Smale.