Consejos para que tu cachorro te obedezca
La paciencia es la base de la educación de un cachorro. Si conseguimos dedicar tiempo a nuestro cachorro, conseguiremos que el perro sea la mascota perfecta cuando sea más mayor. La buena enseñanza se basa en el buen nexo de unión entre amo y can.
Tener claro el rol de cada uno en la casa: Los perros suelen hacer jerarquías en el núcleo familiar. Por ello si somos más de un miembro en casa debemos de saber cuál es el rol de cada uno a la hora de educar a nuestra mascota, y no dificultar su enseñanza. Hay veces que un miembro de la familia no le permite determinadas cosas y otro miembro sí. En este caso el perro probablemente termine haciendo lo que le dé la gana.
Por ello, es necesario que el perro tenga unas reglas claras, unas reglas que sean sencillas y que las acate con el paso de los días. Pasa igual que con los niños, si al final terminamos aceptando alguna de sus conductas, terminará haciéndolas cuando es mayor, y ahí ya sí que es muy complicado que las cambie.
Premios a la buena conducta: Toda buena acción del perro debe de tener su premio. No hace falta que tengas que darle una chuchería entera, sino trozos pequeños, incluso trozos de comida que puedes encontrar en una tienda para mascotas. El perro aprenderá a través de la recompensa. Aún así, existen otros cachorros que van a reaccionar mejor si la recompensa se trata de jugar, aún así esto les puede agitar demasiado y ser más difícil imponer determinadas órdenes.
Por otro lado, debemos de tener en cuenta que cada una de las razas tiene unas características diferentes. Los caracteres no son iguales, cada raza tiene una serie de rasgos comunes. Por ello, antes de nada debemos de informarnos sobre la raza de nuestro perro. Lo que para unos es más fácil de aprender, para otros es más costoso, de ahí a que debamos tener toda la información necesaria.
Cuando vayamos a educar a nuestro perro estaremos entrenándole para que realice determinadas conductas. Un cachorro no tiene la paciencia de un perro adulto, por ello las sesiones no deben extenderse a más de 15 minutos al día.
En cuanto al tema de realizar sus necesidades, los primeros meses no podremos sacarle de casa, así que deberemos elegir el sitio donde queremos que lo haga. Aún así tardará en controlar su vejiga o intestinos, no porque no quiera, si no porque no tienen un control del mismo. De esta forma no podemos regañarle de forma severa. Poco a poco irá controlando y se dará cuenta cual es su sitio para hacer sus necesidades. En el momento que le saquemos a la calle también tardará un poco en controlar que solo es en la calle donde puede hacerlo, y no en casa. Así que en este aspecto hay que tener paciencia y una actitud positiva con el perro.
En definitiva, la educación de un cachorro no es fácil, pero es una responsabilidad y de ella dependerá como se comporte en su vida adulta. Hay que tomarse en serio esta faceta si queremos tener un perro civilizado que sepa comportarse en todos los ámbitos. De esta manera tu mascota será feliz.
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