GRASAS
Lo primero que hay que saber de estos animales es que tienen muchas dificultades para digerir las grasas, por lo que requieren dietas con un % muy bajo de éstas. Una dieta desequilibrada en lo que respecta a la cantidad de grasas va a provocar que nuestro animal engorde rápidamente, además de causarle desórdenes digestivos.
Si hablamos de hembras gestantes la situación es aún más grave. El exceso de grasa ingerido por la madre afecta durante la gestación a la cría. Estos lípidos se depositan en el ojo dando lugar a depósitos blanquecinos de grasas en la córnea, que pueden llegar a provocar ceguera en las crías. Una vez que aparece la alteración es irreversible, así que al igual que en otros muchos casos, más vale prevenir que curar.
Quizás el principal peligro en lo que a las grasas se refiere en el caso de los petauros es el de las nueces, cacahuetes, semillas de calabaza o girasol y otras semillas grasas. Este tipo de alimentos son especialmente apreciados por estos pequeños marsupiales, les encantan y muchas veces elegirán comerlos por encima de otros componentes de su dieta. Hay quien afirma que estas "golosinas" pueden usarse con mucha moderación y extremando las precauciones. Sabiendo que nuestro petauro puede vivir perfectamente con una dieta carente de frutos secos es decisión de su cuidador incluirlos o no en la dieta.
PROTEÍNAS
No se debe abusar de las proteínas tampoco en la dieta de un sugar glider. Si nos quedamos cortos, el metabolismo y el desarrollo del animal se van a ver negativamente influenciados, y si nos pasamos vamos a exigir al organismo de nuestra mascota que metabolice el exceso. Ambos casos son igual de peligrosos.
La mayoría de los criadores están de acuerdo con que la dieta ideal de un petauro debería componerse de un 75 % de frutas y verduras (muy pobres en proteínas) y un 25 % de un preparado a base de alimentos ricos en azúcares y proteínas.
En parejas de cría podría ser admisible el modificar los porcentajes (70 % de preparado de frutas y 30 % de preparado rico en proteínas, o incluso llegar al 33% de proteína para hembras gestantes / lactantes) en primavera, antes dl periodo reproductivo.
LACTOSA
Otra de las cosas que hay que conocer de los petauros del azúcar es que no toleran bien la lactosa. Todos los marsupiales tienen serias dificultades para digerir este disacárido presente en la leche y muchos de sus derivados, y aunque los petauros tienen una mayor capacidad para tolerarla, ésta no es ni mucho menos elevada. Al no poder digerir la lactosa esta pasa a través del tubo digestivo, donde es fermentada por las bacterias que lo colonizan. Como consecuencia de las fermentaciones se producen substancias que dan lugar a importantes diarreas.
En general se puede decir que hay que evitar la leche y sus productos derivados en la dieta de los petauros. En primer lugar por su contenido en lactosa, y en segundo lugar por el elevado porcentaje de grasas que contienen. Es una lástima porque la leche es una muy buena fuente de calcio y vitaminas, y su proteína es de elevado valor biológico y altamente digestible.
Sin embargo hay un producto que podría librarse de la quema. El yogur, al ser un derivado fermentado de la leche, contiene un porcentaje de lactosa muy bajo (lo primero que fermentan las bacterias son los azúcares). Todavía existiría el problema del elevado contenido en grasas, pero la industria alimentaria ya nos ha proporcionado una solución, en el mercado hay yogures desnatados carentes de materia grasa. Si vamos a utilizar yogures como parte de la dieta de nuestros petauros, debemos de asegurarnos siempre de que no lleven ni colorantes ni aromas artificiales, ni conservantes, ni edulcorantes añadidos. Podemos darles yogures con sabor a frutas siempre y cuando la aromatización se lleve a cabo con productos naturales (zumos o trozos de frutas) y carezcan del resto de aditivos. El uso de yogures cuyos cultivos bacterianos están aún vivos es recomendado por algunos criadores que alegan que las bacterias colonizan el intestino de los animales y les ayudan en la digestión. Lo que está claro es que este tipo de yogures no resulta nocivo para los petauros, y por tanto, podemos usarlos si queremos.
RELACIÓN CALCIO: FÓSFORO
Aunque su nombre pueda despistar, el petauro del azúcar es un animal omnívoro, que se alimenta básicamente de insectos, hojas y frutas. La carne de los insectos tiene más calcio (Ca) que fósforo (P), y los huevos, la ternera, el plátano y otros alimentos comunes suministrados al petauro en cautividad tienen más fósforo que calcio. Por este motivo, la deficiencia de calcio es una de las enfermedades más comunes en petauros del azúcar y la prevención es la clave.
También hay que tener en cuenta que la proporción calcio:fósforo es sólo el punto de partida. El fósforo y el calcio no son los únicos minerales que deben tomar: debe asegurarse de proporcionarles además hierro (Fe) y potasio (K) además de una variedad en vitaminas A, B2, y C entre otras.
La buena noticia es que es casi imposible "supervitaminar" a un petauro con alimentos naturales. Es mucho más fácil dañar el hígado y los riñones con suplementos en polvo, así que intente evitar por completo los suplementos jugando con las proporciones Ca:P. Por ejemplo, puede añadir plátano (rico en fósforo) a la dieta de sus petauros si les añade el doble de papaya (muy rica en calcio).
AZÚCARES
La dieta del petauro no debe incluir bajo ningún concepto azúcares refinados. Por ejemplo, el chocolate puede llegar a ser tóxico para los petauros.
SUPLEMENTOS ARTIFICIALES
Una alimentación variada suele contener todos los minerales y vitaminas necesarios sin necesidades adicionales. En la medida de lo posible, la dieta de nuestros petauros debería ser NATURAL. No obstante, y para casos excepcionales como la pronta recuperación de petauros abandonados o en malas condiciones o las parejas reproductoras en época de cria, es posible complementar la dieta habitual con algunos suplementos.
Si se diese el caso de que durante algún tiempo no pudiese darles fruta fresca a sus petauros, algunos criadores recomiendan añadir a la papilla unas gotas de un complejo vitamínico para pequeños mamíferos. Las crías o las hembras preñadas o que estén dando de mamar necesitan más calcio de lo habitual, y podemos suministrárselo espolvoreando la fruta ocasionalmente con un complejo de minerales o añadiéndole un poco a la papilla. Consulte a su veterinario sobre la posibilidad de añadirles también pequeñas cantidades de Vitamina D.
Se han identificado casos en los que los criadores suplementan la falta de calcio con preparados de calcio para reptiles, dada su facilidad para conseguirlos. Desde nuestro punto de vista, esta opción queda totalmente desaconsejada. Nuestra recomendación es informarse y tratar de proporcionar al petauro una dieta NATURAL o productos específicos para petauros del azúcar desarrollados por nutricionistas o veterinarios expertos siempre que sea posible.