La felicidad es un sentimiento que simboliza el bienestar. Desde el punto de vista de la psicología felina, la felicidad es una experiencia agradable, positiva y bonita. Si tienes un gato, es lógico que te preocupe su bienestar y que aspires a su máxima felicidad. Y esta decisión de felicidad comienza incluso desde el mismo instante en el que tomas la elección de la adopción. Adoptar es un acto de mucha responsabilidad, no es una acción que deba llevarse a cabo por puro instinto. Por esta razón, en este post te contamos qué condiciones debes valorar para la adopción.
1. Acuerdo familiar
Si vives en familia, tu gato se va a integrar al sistema familiar. Para que exista armonía en este ámbito es muy importante que tus seres queridos también estén de acuerdo en la adopción. Por tanto, habla con ellos y ten en cuenta su opinión.
2. Tu estilo de vida
Un gato no es un juguete. Aunque sea un animal más independiente que el perro necesita atención, cuidados y cariño. Por esta razón, evalúa cuál es tu estilo de vida no solo en presente, sino también, en potencia. Tal vez, si estás en un momento de cambios personales y de incertidumbre no tengas las condiciones ideales para garantizar que puedes hacerte responsable del cuidado del gato.
Por tanto, tu filosofía de vida debe estar en sintonía con las necesidades de atención que tiene tu mascota.
3. Deseo consciente
Es positivo que haga un tiempo que estás pensando en la idea de adoptar un gato, es decir, tienes motivos personales, razones de peso para dar el paso de adoptar una mascota. Quieres hacerlo de forma sincera.
4. Expectativas realistas
En relación con el punto anterior, es importante que tengas expectativas realistas de tu decisión. Por ejemplo, en el proceso de adopción es recomendable que tengas en cuenta que tu gato y tú mismo vas a vivir un proceso de adaptación al cambio, y como tal, debes tener paciencia para integrar estas novedades en tu zona de confort.
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