El perro es el animal doméstico más popular y afectuoso que existe; nadie entenderá el vínculo tan especial que estableces con tu mascota. Sin embargo, aunque parezca que nuestros fieles compañeros nos adoran contra viento y marea, existen determinadas actitudes que NO soportan de nosotros. Veamos algunos ejemplos:
1. Que le ignores al llegar a casa
Lloriquean o ponen ojitos en cuanto tenemos la más mínima intención de marchar. Y, al regresar, esperan impacientes frente a la puerta. No quieren estar solos, o sí... puede que todo sea una astuta estrategia para montar una perrifiesta en nuestra ausencia. Pero mientras no tengamos evidencias palmarias de que es la mascota más popular del vecindario por sus juergas paganas y todo se reduzca a meras sospechas suscitadas por esa botella de vodka que falta en la estantería, tendremos que conferirles los mimos solicitados.2. Que le disfraces
A nadie le gusta que le obliguen a vestirse con ropa incómoda o poco agradable... ¡Con los perros ocurre exactamente igual! Quizá nos cueste descifrar sus emociones, no obstante, por norma general, no les entusiasma la idea de que les obliguemos a llevar trajecitos ridículos. Sabemos que es divertidísimo, pero debemos respetar los deseos de nuestros pequeños amigos. Si tu caso es especial, y a tu mascota le apasiona el arte del disfraz, por favor, rogamos que compartas esos momentos con el resto de la población, así satisfarías las viles intenciones de los demás dueños.3. Que le bañes
¡No soporta que le bañes! Obsérvalo ahora y disfruta de esa cara angelical -pero cínica- que te pone para ganarse unos minutos extra de paseíto o una golosina con forma de hueso, porque, cuando llegue la hora de limpiarlo, te va a odiar. Aparentará temeridad por el agua, pero en realidad estará urdiendo un meticuloso plan para asesinarte mientras duermes sin librar sospechas y, lo que es mejor, sin tener que volver a someterse a ese pulcro ritual.4. Que le mires fijamente
Si tienes confianza con el perro, no hay problema: la sensación puede ser -incluso- positiva. En cambio, si eres un absoluto desconocido, evita mantener un contacto visual prolongado, aunque tus intenciones sean buenas se lo tomará como un desafío o amenaza. Mientras tú miras con un exacerbado cariño, ellos están esperando el momento propicio para sacar la navaja suiza que suelen esconder en las bolsas recoge-caquitas.5. Que transmitas negatividad
Aunque cueste creerlo, captan a la perfección nuestro bajo estado de ánimo y -por desgracia- adoptan la misma actitud negativa. Así que, si no has desarrollado la suficiente fuerza de voluntad como para dejar de lado la melancolía en los momentos difíciles, al menos, hazlo por tu mascota. ¡Será beneficioso para ambos!
6. Que pongas la música demasiado alta
En realidad les incomoda cualquier ruido estridente (petardos, aspiradora, estornudos, platos rotos...), pero la música produce un sonido más continuo e irritante de lo habitual. Tranquilidad; puedes seguir disfrutando de una armoniosa velada de reggaeton cuando te apetezca, solo debes adaptar el volumen al gusto de ambos, o utilizar unos auriculares por el bien del animal, ya que le puede llegar a generar ansiedad. Eso sí, una melodía agradable y en el tono adecuado quizá le fascine:El lenguaje corporal de un perro
Ya sabes, ¡no hagas que tu perro te odie!
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