Cuando pierden el equilibrio se activa un sistema de alarma, el líquido del oído interno chapotea y hace saltar un reflejo autocorrector.
1º Rotan la cabeza y alinean la columna. Al no tener clavícula y poseer una espina dorsal flexible, pueden girar el cuerpo con facilidad.
2º Realizan una serie de movimientos rotatorios con sus patas para conseguir alinearlas. Se ayudan encogiendo las patas delanteras y extendiendo las traseras.
3º Adoptan una postura defensiva arqueando la espalda, y extendiendo las patas delanteras, de esta forma hacen resistencia al aire y frenan la caída.
Al final estos suelen relajar su cuerpo para que este puede protegerse del impacto.
Un dato curioso es que este mecanismo de alarma suele aparecer en los gatos entre las 3 o 4 semanas de edad.
Los gatos pueden soportar caídas desde bastante altura, incluso cuando mayor es esta tienen más tiempo de corregir la postura y caer sobre sus patas, pero cuidado, todo tiene un límite y si la caída es de muchos pisos pueden sufrir daños serios, incluso morir por el impacto.
¿Que les ha parecido? ¿Y sabían como funcionaba este interesante reflejo?
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