Una de las enfermedades que nuestro perro puede sufrir es la ceguera. Esta puede ser de nacimiento o progresiva y puede ser total o parcial. Lo importante es tener en cuenta que nuestro perrito es ciego pero puede desenvolverse con normalidad. Los animales aprenden a convivir con esta patología y se manejan estupendamente.
La ceguera tiene diversos orígenes y algunos de ellos son tratables, solo hace falta tener un poco de paciencia y hacerles sentirse cómodos.
¿Cómo saber si mi perro es ciego?
Aunque la pregunta parece un poco absurda, a veces no es tan fácil contestarla. Los animales con cegueras fuertes se mostrarán asustados, desorientados… Dejarán de hacer la vida que llevaban antes y les costará manejarse en sus tareas diarias.
Por otro lado, cuando la ceguera es progresiva y se va dando gradualmente, el animal no mostrará unos signos muy drásticos porque poco a poco se irá acostumbrando a ir viendo menos. Lo que harán será utilizar objetos como referencia, andarán pegados a la pared y de vez en cuando se chocarán sobre todo con elementos nuevos. Notaremos diferencias por ejemplo al sacarlo a pasear por la noche o cuando las condiciones son distintas a las habituales.
A veces es difícil darse cuenta ya que cada ceguera es distinta y puede venir provocada por una enfermedad diferente. La deficiencia visual se manifestará en función de la parte afectada y dañada. Dependerá de la zona de la retina afectada y del tipo de ceguera.
Ceguera de nacimiento
Cuando nuestro pequeño es ciego de nacimiento no debéis preocuparos porque usarán otros sentidos para llevar una vida normal. Solo debéis ser pacientes y apoyarles para que se sientan tranquilos y puedan vivir felices y contentos.
Debéis colocar las cosas en la casa de tal modo que no le incomoden para ir a sus sitios favoritos y evitar así, tropiezos. Sus caminatas deben estar libre de obstáculos y ser seguras. Él caminará despacio y olisqueando todo, pero se acostumbrará a este camino y con el tiempo no tendrá problemas. Poco a poco se hará con la casa creando mapas virtuales en su cabeza y no tendrá ningún problema cuando se acostumbre.
Facilítale la convivencia
De nosotros depende la felicidad de nuestro pequeño en casa. Por eso, podemos llevar a cabo algunos pasos para que se encuentre más cómodo.
Por ejemplo si se desorienta, cógelo y llévalo hasta su sitio de dormir. Este será su punto de referencia, la casilla de salida.
En la calle, llévale siempre por el mimo sitio. Haz un recorrido igual todos los días y estate junto a él: apóyale con palabras y ten mucha paciencia en los primeros paseos. Se parará todo el tiempo para hacerse con el camino. Además, se acercarán otros perritos a tu peludo. No tengas miedo a que se relacione, déjalo que lo haga desde pequeño y así no se sentirá raro ante extraños.
Es fundamental marcarle los obstáculos. Por ejemplo, colocad una alfombra antes de las escaleras. Esto le hará saber que cuando llegue allí hay un obstáculo y lo tendrá en cuenta antes de llegar a la escalera o bordillo. Debéis evitar zonas de riesgo como balcones, huecos de escalera... y dejarlo en sitios elevados como sillas, sofás, etc.
Juegos especiales
Vuestro perro ciego puede jugar igual que otro cachorro aunque sea con algún detalle especial. Por ejemplo, podéis jugar a la pelota con cascabeles.
Podréis lanzarle cualquier objeto para que vaya en su búsqueda siempre y cuando sea sonoro. Cuando un sentido no puede utilizarse se desarrollan mucho más los otros.
También podéis jugar al “pilla-pilla”. Tus ruidos de los pasos serán suficientes para que juegue a perseguirte.
Tratamiento
Si veis símbolos de ceguera, lo primero es acudir a vuestro veterinario. Hay cegueras que son tratables y con un método adecuado pueden corregirse.
Dependerá de las causas por las que venga provocada: cataratas, glaucoma, degeneración de la retina, patologías del cristalino, anomalías corneales, alteraciones del nervio óptico, lesiones o tumores, etc.
Aunque no todas las cegueras tienen solución, vuestro veterinario hará lo posible por mejorar la vida de vuestro peludo.