Si has ido a Google y has escrito ‘¿cómo evitar que mi perro se tire pedos?’ es que estás ya desesperado. Pues te traemos buenas y malas noticias.
Las malas noticias son que nunca podrás evitar completamente los gases de tu peludo amigo. Después de todo, es un proceso natural y hasta sano. Las buenas noticias son que si los gases de tu perro tienen poder radioactivo, existen algunas formas de hacerlos más tolerables.¿Porqué los perros sueltan gases?
Los gases expulsados en forma de pedos son un subproducto de las fermentaciones bacterianas que se producen en el intestino durante la digestión. Cuando los perros ingieren la comida, primeramente llega al estómago donde los ácidos estomacales comienza la rotura de las largas cadenas. Desde allí se dirige al intestino donde diversos enzimas se mezclan con la comida con la finalidad de digerirla, es decir, hacer sus componentes lo suficientemente pequeños como para que puedan ser absorbidos por las paredes intestinales hasta llegar a la sangre. En las últimas porciones del intestino grueso es donde se absorbe el agua, para dejar ya las heces listas para salir por el ano. Durante todo este proceso, se producen una serie de gases, sobre todo metano, que llegará también al ano y será evacuado.Los gases también pueden provenir del aire tragado durante el día al comer o beber. Cuando los perros comen demasiado deprisa tragan una cantidad considerable de aire, que será expulsado posteriormente bien a través del ano, bien en forma de erupto a través de las vías superiores. El término científico para este fenómeno es aerofagia.
Los perros braquicefálicos, es decir, los de nariz chata, presentan una predisposición a la aerofagia por la anatomía de la nariz y faringe. Si tienes un Boxer, un Bulldog o un Pug, ya sabes de lo que estamos hablando.
Aún cuando cierto grado de expulsión de gases es normal en todos los perros, y más en los chatos, cuando este fenómeno se presenta de forma exagerada puede ser un signo de algún problema.Causas de excesiva producción de gases
1.- Problemas de salud:
Son varias los problemas de salud que pueden provocar gases excesivos o de olor anormalmente fuerte. Desde enfermedades inflamatorias del intestino, pancreatitis, hepatitis… Si observas que de repente tu perro tiene más gases de los habituales, y no está relacionado con un cambio en la dieta, lo mejor es que visites a tu veterinario para un checkeo.
2.- Intolerancia o alergia alimentaria
Esta es probablemente la causa más frecuente, que muchas veces pasa desapercibida por parte de los dueños. Muchos perros son intolerantes o incluso alérgicos a alguno de los componentes de su comida, frecuentemente a los cereales como el trigo. Otros animales pueden ser alérgicos a las proteínas de pollo o buey. La mayoría de los perros adultos son intolerantes a la lactosa, porque una vez alcanzan la edad adulta dejan de producir la enzima encargada de la digestión del azúcar de la leche.
Si además de la excesiva producción de gases tu perro presenta otros signos como picores, inflamación de los pabellones auditivos o lamido excesivo de las patas, entre otros, visita al veterinario. Con su ayuda y una dieta de eliminación, podrás descubrir qué alimento deberás sustituir. Si tu perro solo muestra signos suaves de intolerancia, puedes sencillamente cambiar su comida habitual por un pienso natural sin cereales con una fuente de proteínas nuevas como puede ser el cordero o el pescado.
3.- Alimentación de baja calidad
La comida barata, elaborada con ingredientes de baja calidad, Muchos cereales y con subproductos cárnicos, es fuente frecuente de gases en nuestros cánidos. Estos ingredientes son muchas veces difíciles de digerir, y recorren el intestino enteros, produciendo más gases de los habituales. Muchos piensos para perros baratos llevan pezuñas de ganado, crestas de pollo, cáscaras de huevo… nos podemos imaginar lo que estos elementos hacen en el intestino.
Intenta cambiar a un pienso donde el primer ingrediente mencionado sea una proteína animal, sin cereales o con algún cereal hipoalergénico como el arroz o la avena.Recuerda que para cambiar la comida habitual de un perro, siempre es mejor hacerlo solapando ambas comidas, la nueva y la vieja, durante varios días para que el sistema digestivo pueda ir habituándose a los nuevos componentes.
4.- Comer demasiado rápido
Algunos perros no lo pueden evitar, y en muchas ocasiones son animales que no han pasado hambre nunca, pero cuando les das la comida, la engullen como si no hubieran comido en días. Y con la ingestión tan rápida de la comida va una gran cantidad de aire, que tendrá que salir en algún momento. A veces, este ansia viene derivado de una gran competencia entre los animales de la casa. Para obligar al perro a una ingestión más lenta, existen en el mercado unos comederos diseñados en forma de laberinto que pueden llegar a triplicar el tiempo que tarda en comer habitualmente.
Si crees que los gases de tu perro no derivan de ninguna de las causas mencionadas más arriba, probablemente tienes un perro idiosincrásicamente pedorro. El ejercicio físico no solo lo mantendrá sano y fuerte, mejorando su calidad de vida, sino que además facilitará la expulsión de gases de manera natural, a la vez que facilitará las digestiones y prevendrá el estreñimiento. Los perros mayores tienen una mayor tendencia a los gases, pero muchas veces esta tendencia deriva de un mayor sedentarismo. Un largo paseo después de las comidas mejorará su salud digestiva.
Si conoces otros métodos para evitar los gases en los perros, déjalos en los comentarios. Seguro que algún dueño te lo agradecerá.
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