La obesidad en los gatos se da de forma frecuente, y es un factor que afectará de forma perjudicial para la salud del animal. Entre otras cosas, el exceso de peso disminuirá los años de vida de vuestro gato y su calidad de vida. También se pueden dar problemas cardíacos, respiratorios, de articulaciones, diabetes, etc.
Este problema de obesidad en los gatos consiste en una acumulación de grasa en el cuerpo del animal, que hace que el peso sea superior entre un 15 y un 20% del aconsejado. Los factores que influyen en el peso recomendado son la raza del gato, el sexo y la edad del animal.
Por este motivo vigilar el peso del gato es muy importante par así evitar la obesidad en los gatos. Existen varias formas de determinar si vuestro gato está obeso o si está empezando a tener sobrepeso.
1. Pesar al gato cada semana.
De esta forma podéis daros cuenta si vuestro gato aumenta de peso de manera sospechosa.
Para facilitar la tarea de pesarlo en casa, podéis pesaros vosotros y luego con el gato en brazos, y finalmente restar ambas cantidades. Esto os dará el peso exacto del animal.
2. Tocando el cuerpo de vuestra mascota.
El peso de vuestro gato es muy importante, ya que afectará de forma perjudicial a su salud. Por ello, tenéis que vigilar el cuerpo de vuestra mascota. Para ello podéis realizar una serie de observaciones en su cuerpo.
- Pasar las manos por las costillas del animal, por la la columna vertebral y por los hombros. Al hacer esto lo normal sería notar una pequeña capa de grasa entre la piel y las huesos. Si no llegáis a notar las partes óseas del gato es que el animal puede tener sobrepeso.
- Observar al animal desde arriba. Al hacerlo se debe ver la cintura de forma definida, si en vez de esto vemos una redondez en esa zona es que probablemente el animal es obeso.
- Tocar la zona del lomo que está situado en la parte superior de la cola. En esta zona deberéis notar ligeramente los huesos del gato, si no los apreciáis puede ser que vuestra mascota tenga sobrepeso.
- Fíjate en la parte de la panza, si al caminar le cuelga y se mueve en exceso, puede ser un síntoma de que el gato sufre obesidad.
Los factores que pueden hacer que vuestro gato tenga sobrepeso son muchos. Entre ellos destacan el llevar una vida sedentaria, durmiendo en exceso y sin realizar el suficiente ejercicio, que viva en una casa pequeña, el sexo del animal, la esterilización, la edad y por supuesto, la alimentación del gato.
En cuanto a la alimentación, un error sería dejarle el plato de comida llena durante todo el día. Esto es porque el gato es un animal que come continuamente si se lo permites, aunque no tenga hambre.
Lo ideal es vuestra mascota coma una vez al día, la ración recomendada. Si además queréis que haga ejercicio, podéis repartir su comida por varios sitios de la casa y enseñarle dónde está hasta que lo tome por costumbre.
No dejéis que vuestro gato lleve una vida sedentaria. Para ello no os olvidéis de jugar con él, es muy importante y así realizará más ejercicio. No hace falta que os paséis todo el día jugando con él, con un ratito será suficiente. Podéis hacer que siga una pelota, un ratón de goma o incluso un puntero láser, ¡les volverá locos!
Si después de seguir estos consejos, crees que tu gato puede estar obeso, no dudes en acudir a un veterinario. Él le hará unas pruebas más específicas que determinaran si realmente está obeso y podrá daros instrucciones para que vuestra mascota pueda recuperar su peso ideal, como por ejemplo siguiendo una dieta equilibrada.
Imagen gato tres colores: cotaro70s / flickr
Imagen gato tumbado: danperry.com / flickr
Imagen gato sofá: vszybala / flickr