Ingerir muchas calorías sin hacer ejercicio puede provocar un desorden en el organismo de un gato que lo lleve a la obesidad felina. Este trastorno alimenticio es muy frecuente en los gatos, y eso se debe en parte a su modo de vida. A ellos les gusta comer y dormir unas largas, larguísimas siestas.
¿Cuáles son las causas de la obesidad felina?
Una de ellas es la sobre alimentación, los gatos comen más calorías de las que gastan, y eso los lleva inexorablemente a la obesidad felina.
¿Qué podemos hacer para evitar la obesidad felina?
Una forma de controlar lo que come nuestra mascota es administrarle piensos especialmente formulados para gatos. También debemos dejar de lado las golosinas y sobre todo los extras, aunque te miren con sus dulces ojitos.
La edad es otro de los factores, a medida que el gato crece se va haciendo más y más sedentario, su metabolismo se lentifica, y esto lo lleva a la obesidad.
Debemos llevar a nuestro gato periódicamente al veterinario para que este le haga controles. Que controle su peso y nos indique cuanto alimento debe consumir al día según su peso, talla y edad.
La comida casera suele ser mucho más calórica que los piensos. Otro inconveniente que tiene este tipo de alimentación es que solemos no calcular bien la ración. Y por lo general terminamos dándole mucha más comida de la que el gato necesita.
El gato debe estar siempre muy bien hidratado, es por eso que debes controlar que este tenga agua suficiente. Incluso en más de un sitio de la casa.
No lo alimentes fuera de sus comidas. Si te pide ese pedacito de pollo que tu estas comiendo, o un poquitín de queso, o una nadita de pescado, ponte firme y dile no. El negarte a darle esos extras que "nada hacen" para que no contribuyan a hacerlo ganar peso.
En lo posible incrementa su actividad física. Busca un juguete que a él le guste, y hazlo jugar, el ejercicio le hará muy bien a tu mascota en todo sentido.
Pesa regularmente a tu mascota, eso te indicará si está o no ganando peso.
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