El físico del Borzoi es muy particular. Tiene una cabeza alargada y su mandíbula inferior es sobrepasada por sus fosas nasales. Además, tienes lo ojos muy juntos entre sí. Las orejas son muy largas, dándole gran movilidad. Más aún, éstas quedan erguidas cuando se concentra en algo o escucha. El cuerpo es bastante fino, desde el tórax hasta las patas. En general, el pelaje puede ser de casi cualquier color aunque siempre predominan las manchas.
En palabras del criador de Borzoi Luis Alberto Martín: "Su temperamento tranquilo en interiores pero vivaz al momento de salir al campo y cariñoso con quienes lo rodean, lo han hecho una gran opción para tener en casa. Hoy son ellos los aristócratas que 'imponen' sus condiciones para vivir con nosotros. Su temperamento reservado con los extraños, distante, desdeñoso pero cariñoso y tierno con los suyos hace que sean muy fáciles de querer."
Orígenes
El galgo ruso ha sido usado para la caza desde el siglo XII de nuestra era. Se cree que procede del Lebrel Egipcio, aunque no hay pruebas suficientes para demostrarlo. Lo constatable es que hay testimonios del pimer estándar de la raza desde 1650. No sólo es perfecto para atrapar animales pequeños, sino que fue utilizado para cazar lobos en Rusia. Su apogeo llegó con la época de los zares y su caída conllevó que la raza, tristemente, se empezara a exterminar en la URSS más primeriza. Aún así, los Borzoi se mantuvieron y empezaron a proliferar en Europa.
Se dice que el Gran Duque Nicolás fue el mayor criador de los Borzoi, que se criaban en jaurías. Desde principio del siglo XX, se extendieron por Europa y América. Fue esta una gran época para el prestigio de la raza gracias a su éxito en las tareas de caza. Es conocida la historia por la que se introdujo en Inglaterra. Fue como obsequio del zar Alejandro II a la Reina Victoria.
Carácter
El Borzoi es muy cariñoso con su amo pero debemos tener cuidado cuando le presentemos a alguien. Por naturaleza, es desconfiado. No le gustan los extraños. Aún así, necesita mucho amor y cariño. También hay que darle un espacio, no le gusta sentir agobios. Más aún, es conveniente tener un sofá sólo para él. Es inteligente pero no sumiso, no es como otras razas de perro en lo que a juegos se refiere.
En opinión de Luis Alberto Martín, el carácter del Borzoi se asocia al de un gato. Otro dato que hay que tener en cuenta al criar a uno de estos perros es que no hay que mal criarle. Si se le permiten caprichos, se convertirá en un perro difícil de dominar. Se agobian con las multitudes y es recomendable que no se tengan si en la casa hay niños muy pequeños ya que les pueden hacer sentirse nerviosos.
Dentro de casa es un perro muy tranquilo que no tiene por qué dar problemas. Una vez fuera, se desahoga más, le encanta correr. Lo ideal es que viva en una casa con jardín para que se desfogue corriendo y se quede relajado bajo techo. Eso sí, hay que saber que estos perros mudan mucho el pelaje. Por ello debemos estar dispuestos a recoger muchos pelos.
Nos encontramos ante una raza atípica respecto al carácter y con un pasado muy interesante. Antes de hacerse con un ejemplar de Borzoi es fundamental documentarse sobre la raza, porque éste es un perro muy particular.
Agradecimientos: Luis Alberto Martín
Imágenes: Wikipedia.org, Luis Alberto Martín