El parvovirus en gatos (también conocido como panleucopenia o enteritis felina) es un virus altamente contagioso que puede tener consecuencias devastadoras en los gatos no vacunados y es que resulta letal para los gatitos jóvenes.
Si tienes un gato como mascota, es importante que estés informado sobre este virus, para que aprendas a identificar los síntomas y actuar con rapidez en caso de que sea necesario.
Síntomas del parvovirus en gatos
Los signos del parvovirus felino suelen verse sólo en gatos jóvenes no vacunados (o con la pauta de vacunación incompleta) de entre 2 y 6 meses de edad. Los gatos adultos no vacunados pueden estar infectados pero no suelen mostrar signos (pero pueden transmitir la enfermedad).
La mayoría de los signos están relacionados con la infección de las células del intestino delgado, donde el virus destruye el revestimiento del intestino.
Los signos son de aparición repentina e incluyen
Depresión (de leve a grave)
Vómitos
Diarrea
Anorexia
Fiebre leve
Dolor abdominal
Deshidratación
La médula ósea también puede verse afectada, lo que provoca un bajo recuento de glóbulos rojos y blancos. Sin suficientes glóbulos blancos, el organismo corre el riesgo de sufrir más infecciones. Un recuento bajo de glóbulos blancos es una característica clave de esta enfermedad en comparación con otras infecciones intestinales. También es la razón por la que el parvo felino tiene el nombre alternativo de panleucopenia: pan significa todos, leuko se refiere a los glóbulos blancos y paenia significa muy pocos.
¿Cómo se diagnostica?
El parvovirus felino puede sospecharse en base a:
Contacto con un gato infectado
Falta de vacunación
Signos visibles de la enfermedad
Un análisis de sangre que muestre niveles muy reducidos de glóbulos blancos
El diagnóstico se confirma cuando se encuentra el parvovirus felino en las heces del gato. Sin embargo, puede producirse un falso positivo si el gato fue vacunado entre 5 y 12 días antes de la prueba.
Tratamiento del parvovirus
El mejor tratamiento contra el parvovirus es el tratamiento preventivo a través de las vacunas.
En general, los gatitos necesitan dos vacunas: la primera a las ocho o nueve semanas de edad y la segunda tres o cuatro semanas después. El primer refuerzo es necesario un año después. Como en el caso del parvovirus canino, la protección sólo se produce dos semanas después de la última vacuna de refuerzo.
En algunos casos, incluidos los gatitos en entornos de alto riesgo, se recomienda la tercera vacunación a las 16-20 semanas de edad. Los veterinarios suelen tener una vacuna viva modificada que debería ofrecer protección una semana después de ser administrada. Las vacunas de refuerzo son esenciales para los gatitos de menos de 16 semanas para garantizar una protección duradera. Si no estás seguro de cuántas vacunas de refuerzo necesita tu gato, consulta con el veterinario.
El parvovirus felino forma parte de la serie de vacunas recomendadas para todos los gatos y proporciona una excelente protección. Los gatos adultos que están al día en sus vacunas tienen un riesgo mínimo de contraer esta enfermedad.
¿Qué pasa si mi gato se infecta de parvovirus sin estar vacunado?
Por desgracia, no existe cura para este virus. La infección se gestiona mediante un tratamiento de apoyo que consiste en aportar hidratación, nutrientes y prevenir una infección secundaria. Los medicamentos que se administran son para apoyar al gato hasta que su propio cuerpo y su sistema inmunitario sean capaces de combatir el virus.
Los gatos mayores pueden tener más posibilidades de sobrevivir si se les proporciona un tratamiento adecuado de forma temprana. Las posibilidades de recuperación también mejoran en gran medida si el gato sobrevive durante 5 días. Sin embargo, en el caso de los gatitos de menos de 8 semanas, el pronóstico es malo. Por desgracia, la mayoría de las veces, los gatos jóvenes infectados no se recuperan.
Preguntas frecuentes sobre el parvovirus en gatos
¿Cómo se transmite el virus?
Los gatos se infectan cuando entran en contacto con sangre, heces, orina u otros fluidos corporales infectados. El virus también puede transmitirse mediante personas que no se lavan bien las manos después de tocar a su gato, o a través de artículos como la ropa de cama, los platos de comida.
Lavarse las manos con agua y jabón después de tocar a cualquier animal reducirá al mínimo la posibilidad de que transmita la infección a los animales sanos.
Este virus puede permanecer en muchas superficies, por lo que es importante poner en marcha ciertos métodos de limpieza para prevenir la transmisión de esta enfermedad. Sin embargo, incluso en las condiciones más limpias, pueden quedar restos del virus en un entorno en el que haya estado un gato infectado. El parvovirus felino es resistente a los desinfectantes y puede permanecer en el entorno hasta un año, esperando una oportunidad.
Los gatitos pueden infectarse en el útero o a través de la leche materna si la madre embarazada o lactante está infectada. En general, el pronóstico no es bueno para los gatitos que han estado expuestos a este virus mientras estaban en el útero. Los gatitos también pueden estar expuestos en criaderos, tiendas de animales, refugios e instalaciones de alojamiento.
¿Cuánto dura el virus en el medio?
El virus en sí mismo es muy resistente en el medio ambiente y sigue desprendiéndose de los gatos afectados o recuperados hasta dos meses. El virus puede persistir en el medio ambiente hasta un año, incluso en la superficie de los cuencos de comida o la ropa de cama. Si está en superficies, solo puede eliminarse con lejía.
El periodo de incubación es de entre dos y 14 días. Los signos clínicos del virus suelen ser visibles en un plazo de cinco a siete días. El periodo de incubación es el tiempo que transcurre entre el contacto del gato con el virus y la aparición de los signos clínicos.
¿Puede contagiarse mi perro?
No, el parvovirus felino afecta específicamente a los felinos, por lo que los perros no corren el riesgo de infectarse; sin embargo, pueden transmitir el virus a través de sus patas o su pelo. Sin embargo, es importante recordar que los perros corren el riesgo de contraer el parvovirus canino, una enfermedad igualmente grave y potencialmente mortal, por lo que también deben ser vacunados.
¿Puedo contagiarme yo?
No, los humanos no pueden contraer el virus.
Esperamos que este post haya servido para despejar algunas dudas sobre el parvovirus felino. Si tienes más preguntas o crees que tu gato podría sufrir la enfermedad, no dudes en consultar con tu veterinario.