Causas
Hay varias razones para esto, una causa muy común es la FIC, la cistitis idiopática felina. Una de las principales causas de esto es el estrés en el gato. No siempre te darás cuenta lo suficientemente rápido si el gato tiene un estrés persistente. Una causa de esto son los entornos cambiantes o sobrellevar el estrés del propietario.
No verás o notarás mucho sobre el gato si se está molestando. El gato realmente no se expresa, no se comporta, no hace ruidos, y no pide atención adicional.
Además, muy poco suelen beber, por lo que el gato obtiene la orina más concentrada, puede ser una causa. Lo mismo se aplica al sobrepeso y al poco ejercicio, esto también puede desempeñar un papel en el desarrollo de la cistitis.
Finalmente, la arenilla de la vejiga también puede causar una infección de esta. La arenilla puede llevar a un bloqueo completo. El veterinario debe actuar con rapidez. Los gatos que han tenido granos en la vejiga generalmente tienen una dieta especial de por vida.
Síntomas
Un gato con cistitis puede ser reconocido por varias cosas, como orinando difícil o dolorosamente, maullan de manera quejumbrosa y orinan en cantidades muy pequeñas, si el gato orina fuera de la caja de arena más a menudo o si hay sangre en la orina. Igualmente, si se lamen extra sus partes o si la orina tiene un olor muy diferente.
Tratamiento
Si crees que tu gato tiene cistitis, recolecta algo de orina. De esta manera, el veterinario puede descubrir rápidamente si se trata de una infección de la vejiga. El veterinario por lo general puede confirmar con una ecografía si el gato tiene esta infección.
Una vez que el gato tiene cistitis, es importante tratar la inflamación principalmente. En la mayoría de los casos, esto significa administrar analgésicos con un medicamento antiinflamatorio. Si la inflamación es bacteriana, un antibiótico es la cura.
En ambos casos es recomendable administrar relajantes de la vejiga. Esto es importante porque, en muchos casos, la pared de la vejiga está irritada, lo que puede resultar en dificultad para orinar.
Prevención
Nadie puede dar una certeza absoluta de que el gato no tendrá una infección de la vejiga, pero existen algunas medidas preventivas que la infección de la vejiga, como ofrecer siempre agua fresca y preferentemente agua corriente.
Asegurarse de que el gato siempre tenga una caja de arena limpia y preferiblemente dos o más cajas de arena distribuidas en varios lugares de la casa. Igualmente evitar que tu gato tenga sobrepeso.
Un propietario estresante puede transferir esto inconsciente al gato. Si hay mucho estrés en la casa que no se puede eliminar, puede ser bueno que el gato use agentes antiestrés preventivos. Si lo desea, se puede coordinar esto con el veterinario.