La relación entre tus hijos y las mascotas crean sensación de compañía y un efecto incondicional de bienestar.
A su vez, tus hijos y las mascotas hacen que aumente la socialización y fomenta valores como la responsabilidad.
Según los expertos, son más los beneficios que reportan las mascotas a los críos, por lo que los adultos no deben preocuparse por las cuestiones higiénicas.
Cuando un niño tiene un perro o gato a menor edad, evita que desarrolle alergias o asma, además de poder controlar la presión arterial y disminuir el nivel de estrés en los jóvenes.
Una mascota genera pertenencia, sensibiliza y causa empatía hacia las personas que lo rodean, disminuyendo las acciones violentas y agresivas.
El contacto físico con un animal doméstico hace que el cuerpo humano reciba señales que incrementan y mejoran la actividad cerebral.
Sin embargo hay que evitar algunos animales, pues NO son beneficiosos para los niños, como las arañas, alacranes, serpientes…Se recomiendan los perros, gatos, canarios, tortugas… entre otras.
Ya sabéis amigos, ¿queréis incrementar la felicidad de vuestro hijo y su bienestar psicológico? Darle una mascota para que le dé todo su amor y compartir ese amor con él.