Pero no es mi intención hoy sembrar la polémica, ni mucho menos: yo me confieso una enamorada de los gatos, pero también adoro a los perros (y a los pingüinos, y a los gorriones, y a las gaviotas, y a los delfines...) Lo que quiero compartir hoy con vosotros es este minitutorial DIY que he encontrado en la web de Ikea (ver) en el que veremos como transformar una simple caja de cartón en una caseta para vuestra mascota, sea la que sea... ;)
El material que necesitaremos es mínimo: unas tijeras, cinta de embalar, un poco de cinta de "washi tape" y, por supuesto, una caja de cartón. Sí, esa misma en la que no hace mucho habéis recibido un paquete con ¿un nuevo microondas o una nueva supercafetera? Esa misma caja que vuestro gato ya ha decidido que es suya (los que tengáis gato comprenderéis lo que os digo ;)
Comenzaremos por darle la forma a la caseta trazando con un rotulador la forma triangular del tejado en dos de las caras opuestas de la caja. En una de ellas, como veis, recortaremos lo que será la puerta de acceso a la caseta:
Los otros dos lados de la caja, que serán las dos paredes laterales, tendrán que ser más cortos de manera que los recortaremos. Dependiendo de la forma de vuestra caja, incluso puede ser suficiente con que los dobléis para formar con el sobrante el tejado:
Por la cara interior, iremos pegando cada una de las partes con la cinta de embalar.
Por cierto que es probable que tengáis que hacer todo esto a escondidas de vuestro minino, más que nada para evitar que estrene su caseta antes de que esté terminada...
Cuando tengáis todas las piezas montadas, podéis adornar "la fachada" con un poco de cinta de "washi tape" y decorar el interior con su cojín, toalla o manta favoritos.
Será entonces cuando la caseta de vuestra mascota esté lista, como se suele decir
"llave en mano y para entrar a vivir"...