La raza de gato Manx es una raza muy curiosa, ya que son los únicos gatos que no poseen una cola. Así como lees.
Su nombre tiene que ver con su origen, la Isla de Man (entre Irlanda e Inglaterra). La inexistencia de la cola se debe a una mutación genética. Existen varios tipos de Manx, los Rumpy, son los que están privados de cola totalmente,los Stumpy tienen una cola diminuta, los Riser tienen la cola tan pequeña que sólo se percibe tocándola y los Longy que sí que tienen cola.
Esta raza de gatos se caracteriza por ser musculosos pero de espalda corta, y porque sus extremidades posteriores son mayores que las anteriores. Tiene ojos grandes y redondos y suelen ir acorde con el color de su pelaje. Es una raza de pelo corto y espeso. En cuanto a su color, están reconocidos cualquiera de ellos, también los rayados, sombreados o particolores.
Es un gato muy tranquilo y dada su afectuosidad, es considerado, junto con el Siamés, el Cartujo y el Abisinio, como “gato-perro”. Son muy caseros y siempre están pendientes de su amo, siguiéndole a todas partes. A pesar de tener un carácter fuerte es muy amigable y tolera la convivencia con otros animales, sobre todo perros. Lo más llamativo de ellos es que, a esta raza, le suele fascinar el agua, aunque eso sí, sólo cuando ellos quieren. Tiene una forma inusual de caminar, parecida a la de los conejos. Algunos creen que es el resultado de anomalías en su esqueleto, relacionadas con el gen Manx y otros que se debe a su espalda corta y a la longitud de sus patas traseras.
Con respecto a la salud, suelen gozar de un buen estado. El único problema es cuando se cruzan dos Manx, que está la posibilidad de que aparezca un gen mortal. La consanguineidad puede provocar malformaciones en los gatitos. Lo aconsejable es cruzar al Manx con gatos de razas con cola.
¿Tienes un gato de esta raza? ¿Te gustaría adoptar uno? Cuéntanos que piensas en los comentarios.
Imágenes/Flickr: gnalnand, SMcCandiish, Sarah Jones.