En el resto del mundo se considera al gato Manx como una curiosidad, pero en la Isla de Man piensan que lo normal son los gatos sin cola.
Además de su origen y su aparición en esa isla, esta raza ha suscitado varias leyendas: Una de las más antiguas cuenta que los fenicios lo trajeron de un viaje al Japón. Otra habla de que una gata cortó la cola de sus cachorros para impedir que los guerreros de la isla los mataran para obtener adornos para sus cascos; sin embargo la historia más divertida dice que cuando Noé zarpaba en su arca para salvarse del diluvio, cerró la puerta precipitadamente justo cuando el Manx entraba, lo que provocó que se le cortara la cola.
Existen registros de importaciones de esta raza de gatos desde 1830, los cuales fueron llevados al resto de Europa y Estados Unidos apareciendo en exposiciones en el año de 1890.
La apariencia general que debe causar el gato de raza Manx es la redondez general: cabeza redonda y firme, boca redonda y maseteros (músculos de la masticación) prominentes, pecho ancho, miembros anteriores cortos y substanciosos, espalda corta y arqueada desde los hombros a la cadera que también es redonda, con una gran profundidad en los ijares (partes laterales del vientre) y muslos redondeados y musculosos. Su abundante y doble pelaje acentúa su apariencia de redondez. La constante repetición de sus curvas y círculos, da la impresión al Manx de gran substancia, de un gato poderoso sin la menor forma de tosquedad. El Manx siempre debe estar alerta y en perfecta condición.
Colores:
Blanco.
Negro.
Azul.
Rojo.
Crema.
Chocolate.
Chinchilla plateado.
Chinchilla sombreado.
Chinchilla humo.
Azul humo.
Taby clásico.
Tabby macarela.
Tabby plateado.
Tabby rojo.
Tabby café.
Tabby azul.
Tabby crema.
Concha de tortuga (morisco).
Cálico.
Cálico diluído.
Azul crema.
Bicolor.