Los gatos manx son fácilmente reconocibles por su ausencia cola y apariencia física general. Tienen un carácter habitualmente equilibrado y afectuoso, siendo excelentes opciones de mascota para los más pequeños. Esta raza tiene su origen en la isla de Man, ubicada entre Irlanda y Gran Bretaña. El término manx proviene de man que quiere decir “manés” o “habitante de Man”. A nivel mundial es una de las razas más populares.
Características físicas del gato manx
Los gatos manx no tienen cola, al final de la columna vertebral presentan un hueco. Existen algunas variantes con un pequeño indicio de cola que en realidad es una continuación del hueso sacro inclinado hacia arriba, o una cola vestigial de no más de 3 centímetros. Otra característica es la de sus patas posteriores, un poco más altas que las anteriores. Son felinos de pelaje doble, lo que les da un aspecto mullido y les permite protegerse mejor de las condiciones climáticas.
Los gatos manx pueden tener un pelaje de cualquier color. De allí que haya tantas personas que, aún sin saberlo, tienen un gato manx. Estamos ante una raza de felinos mediana, con cabeza ancha y grande, cuerpo musculoso y robusto.
El carácter del gato manx
Sociables, inteligentes y cariñosos. De esta forma se puede describir rápidamente la forma de ser de estos felinos. Los gatos manx son muy buenos cazadores de roedores. Además, si sus dueños los han cuidado desde pequeños, son gatos que tienden a buscar el juego y los mimos.
Cuidados para el gato manx
A la hora de describir a los felinos es muy importante tener en cuenta las características relacionadas con sus cuidados. En el caso puntual del gato manx, es un gato de cuidado sencillo. Se aconseja prestar atención durante su infancia en caso de lesiones o complicaciones.
Su pelaje es corto así que basta con cepillarlos una vez a la semana para evitar bolas de pelo, hay que revisar ojos, orejas y boca periódicamente como en cualquier felino y prestar atención a la columna vertebral para evitar lesiones por las mutaciones propias de la raza y su ausencia de cola. Salvo eso, el gato manx es fácil de cuidar, compañero, sociable y muy saludable.